Santiago, Chile.- "Nos dejaron abandonados, a la deriva". Aún impactados por la noche de terror que vivieron en Buenos Aires, los aficionados chilenos de la U culpan a la Policía argentina de haber atizado el caos que comenzó en las gradas del Estadio Libertadores de América.
El partido del miércoles entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile por Octavos de Final de la Copa Sudamericana se transformó en un duelo a muerte entre barras.
Todo comenzó cuando un grupo de chilenos arrojó palos, botellas y butacas, desde las tribunas, a la parte inferior donde había seguidores de Independiente, según un periodista en el lugar. Se desató entonces una feroz pelea en las tribunas. Semidesnudos, hinchas corrían despavoridos por las gradas. Puños y palos, a diestra y siniestra.Las imágenes virales de un rostro ensangrentado o de un aficionado lanzándose al vacío para evitar que lo lincharan dejaron constancia de la barbarie. Un techo amortiguó su caída y lo salvó de morir, según una autoridad chilena.
Tomás González no solo culpa a las barras. Los policías "nos dejaron abandonados, de hecho ellos mismos abrieron las puertas para que la barra de Independiente se metiera al túnel, para que llegara a golpearnos". A su regreso a Santiago el jueves, el hombre de unos 30 años aseguró que después de lograr escapar del estadio, convertido en un campo de batalla, la fuerza pública empezó a golpearlos: "La gente que ya iba ensangrentada, (...) la Policía los pescaba y los tomaba detenidos". "Fue algo desesperante y terrible", remarcó. Es el saldo de uno de los choques entre aficionados más violentos de los últimos tiempos: 19 heridos, tres de gravedad, y más de 100 detenidos, según autoridades.