Monterrey, NL.- Tradicionalmente, un título de una universidad prestigiosa pesaba para ganarse un buen empleo en EU, pero ahora puede generar preguntas sobre su valor o incluso jugar en contra de los solicitantes, plantea The Wall Street Journal.

Anota que más a menudo, egresados de universidades de la "Ivy League" y escuelas de élite similares, como Stanford, Duke y la Universidad de Chicago, dicen que reciben comentarios sarcásticos sobre sus escuelas.

Refiere que ese escepticismo se ha intensificado en el último año, después de que un caso histórico en la Corte Suprema expusiera el funcionamiento interno de las admisiones en universidades de élite.

Señala que la evidencia presentada en el caso reveló que el 43 por ciento de los solicitantes blancos aceptados en Harvard eran atletas reclutados o hijos de ex alumnos, donantes, profesores o personal.

El Journal refiere que a especialistas en la materia les preocupa si los estudiantes están desarrollando habilidades de pensamiento crítico en campus que constantemente se ubican cerca del final de las clasificaciones de libertad de expresión.

Un informe interno de Harvard del mes pasado encontró que aproximadamente la mitad de los profesores y estudiantes tienen miedo de expresar sus puntos de vista sobre temas controvertidos.

Bain & Co., una firma de consultoría de alta dirección, indica que sigue reclutando egresados de la "Ivy League", pero la proporción de nuevos empleados que provienen de esas escuelas se está reduciendo.

Keith Bevans, el jefe de contratación de consultores de la empresa, dice que esto se debe en parte a que esas pocas docenas de escuelas no se están produciendo suficientes graduados de alta calidad para satisfacer sus necesidades de personal.

Por su parte McKinsey & Co., también consultora que presta sus servicios a grandes empresas y Gobiernos de todo el mundo, utiliza un juego de resolución de problemas para descartar a los candidatos cuyas habilidades no están a la altura de sus credenciales y para identificar a personas talentosas que podrían haber sido ignoradas en el pasado.

La última generación de analistas de negocios de la firma incluye a graduados del pequeño Grinnell College en Iowa y la Universidad de Santa Clara, que admite a casi la mitad de los solicitantes.