Ciudad de México.- En una época en que las empresas de tecnología están pagando sumas exorbitantes para contratar a las mejores mentes en inteligencia artificial, el acuerdo de Google para volver a contratar a Noam Shazeer ha dejado a otros mordiendo el polvo.
Shazeer, coautor de un artículo de investigación trascendental que desató el auge de la inteligencia artificial, abandonó Google en el 2021 para iniciar su propia empresa después de que el gigante de las búsquedas se negó a lanzar un chatbot que desarrolló. Cuando esa startup, Character.AI, comenzó a trastabillar, su antiguo patrón intervino.
Google le extendió a Character un cheque por alrededor de 2.7 mil millones de dólares, dijeron personas con conocimiento del trato. El motivo oficial del pago fue obtener licencia de la tecnología de Character. Pero el trato incluyó otro componente: Shazeer aceptó trabajar nuevamente para Google. Al interior de Google, el regreso de Shazeer es ampliamente visto como la razón principal por la que la compañía aceptó pagar la tarifa multimillonaria de licencia.El acuerdo lo ha colocado al centro de un debate en Silicon Valley sobre si los gigantes tecnológicos están gastando demasiado en la carrera por desarrollar IA de vanguardia, que algunos creen definirá el futuro de la computación.
"Noam es claramente una gran persona en ese campo", dijo Christopher Manning, director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de Stanford. "¿Es 20 veces mejor que otras personas?" Es un giro notable después de que Shazeer dijo públicamente que el gigante de las búsquedas se había vuelto demasiado reacio al riesgo en el desarrollo de la IA. El ingeniero de 48 años es ahora una de las tres personas que lideran los esfuerzos de Google por construir la próxima versión de su tecnología de inteligencia artificial más poderosa, Gemini. Shazeer ganó cientos de millones de dólares de su participación en Character como parte del trato, dijo una de las fuentes. El pago es inusitadamente cuantioso para un fundador que no vendió su empresa ni la llevó a bolsa. Google se negó a permitir que Shazeer estuviera disponible para una entrevista y él no respondió a solicitudes de comentarios. Frustración y desavenencia Shazeer se unió a Google en el 2000 como uno de sus primeros cientos de empleados. Su primer gran proyecto fue construir un sistema para mejorar la función de corrección ortográfica del motor de búsqueda. Poco después de asumir el cargo, le pidió al entonces director ejecutivo Eric Schmidt acceso a miles de chips computacionales. "Voy a resolver conocimientos generales para el fin de semana", dijo Shazeer a Schmidt, recordó el director ejecutivo durante una charla en la Universidad de Stanford en el 2015. El esfuerzo inicial fracasó, pero Schmidt desarrolló confianza en que Shazeer tenía lo necesario para construir una IA con inteligencia a nivel humano. "Si pienso en alguien en el mundo que probablemente lo haga, será él", dijo Schmidt durante la charla. En el 2017, Shazeer publicó un artículo con otros siete investigadores de Google titulado "La atención es todo lo que necesitas", que detalla un sistema computacional que podía predecir de manera confiable la siguiente palabra en una secuencia cuando lo solicitaban los humanos. Se convirtió en la base de la tecnología de IA generativa que siguió. Shazeer hizo mancuerna con Daniel De Freitas, un colega de Google, para crear un chatbot originalmente llamado Meena que podía charlar con confianza sobre una variedad de temas. En un memorándum ampliamente circulado, "Meena Eats the World", Shazeer predijo que podría reemplazar al motor de búsqueda de Google y producir millones de millones de dólares en ingresos, dijeron personas familiarizadas con el documento. Los ejecutivos de Google se negaron a hacer público el chatbot, citando preocupaciones sobre seguridad y equidad. Shazeer y De Freitas renunciaron en el 2021 para lanzar Character. Un chatbot de Elon Musk Un año después, OpenAI presentó ChatGPT, demostrando el enorme apetito público por los chatbots impulsados por IA. En marzo siguiente, Character recaudó 150 millones de dólares en una ronda de inversión que la valuó en mil millones de dólares. Shazeer y su equipo esperaban que la gente pagara para interactuar con chatbots que pudieran brindar consejos prácticos o imitar a celebridades como Elon Musk y personajes ficticios como Percy Jackson. Al igual que otras startups de IA que intentan competir con gigantes como OpenAI y Microsoft, Character también tuvo dificultades para cubrir los altos costos de desarrollar su tecnología antes de tener una fuente sólida de ingresos. Shazeer consideró recaudar más dinero para Character a principios de este año y sondeó a compradores potenciales, incluyendo Meta Platforms, propietario de Facebook, reportó anteriormente The Wall Street Journal. Character anunció el trato con Alphabet, la empresa matriz de Google, el mes pasado, escribiendo en una publicación de blog que "el panorama ha cambiado" en el negocio de la IA desde la fundación de la empresa. Una portavoz de Character dijo que la compañía tiene más de 20 millones de usuarios activos mensuales y va por buen camino hacia la construcción de un negocio de consumo. Redituando Además del pago a Shazeer, el pago de Google se utilizó para comprar acciones a los inversionistas y empleados de Character y para financiar las operaciones de la startup, menos Shazeer, De Freitas y unos 30 de sus colegas que se han unido a Google. Google no es el primer gigante tecnológico que obtiene licencias de tecnología de una empresa más pequeña, en gran parte para contratar a sus altos directivos. Microsoft y Amazon.com han forjado tratos similares este año. La estructura inusual les permite atraer a codiciados investigadores de IA cuyos startups están batallando sin esperar las aprobaciones regulatorias necesarias para adquisiciones formales. Las personas que trabajan en IA en Google dijeron desconocer qué hará la empresa con la tecnología que obtuvo bajo licencia de Character. Sin embargo, Shazeer ya está de regreso en Google con el título de vicepresidente. Ha pasado de dirigir una empresa con cientos de empleados a centrarse en la investigación y supervisar a un puñado de personas, incluyendo a De Freitas. Sergey Brin, el cofundador de Google quien jugó un papel clave en el trato para traer de vuelta a Shazeer, dijo en una conferencia reciente que la compañía antes era demasiado tímida a la hora de implementar aplicaciones de IA. Ahora, dijo, Google está desarrollando y lanzando tecnología de inteligencia artificial con la mayor rapidez posible.