Ciudad Juárez.- Si bien el Banco de México (Banxico) establece una tasa de referencia para el cobro de intereses -que actualmente es de 10.5 por ciento-, estos cargos en el mercado de créditos pueden llegar a ser de 60, 100 por ciento o incluso más altos.
De acuerdo con Salvador López, titular de la Unidad de Atención a Usuarios en Ciudad Juárez de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), cada semana reciben entre una y tres quejas de quienes reportan que, pese a llevar años pagando un adeudo, no ven disminuir sus saldos.
Al revisar los contratos, sin embargo, explicó el funcionario, encuentran que lo elevado son las tasas.
“En general, el interés en promedio anda como en el 60 por ciento anual. Si se saca un crédito con un banco, depende también de qué tan buen cliente sea uno, pueden manejar un interés tal vez de un 17 por ciento, que es un muy buen interés que te puede manejar el banco si eres muy buen cliente; pero, si no, estamos hablando de un tema de aproximadamente el 60 por ciento, por ejemplo”, agregó.
López informó también que la mayoría de los casos de deudores con problemas derivan de préstamos de entre 40 mil y 90 mil pesos y proceden de entidades financieras –menores a los principales bancos cuyas condiciones fueron aceptadas por los usuarios.
“El problema es que los intereses pueden llegar a ser muy altos y la gente no se percata; al final, tienen la urgencia del crédito y no se dan cuenta de que muchas veces hay financieras que te manejan intereses hasta del 100 por ciento”, dijo.
“Llega mucha gente con créditos donde les manejan un interés alto, arriba del 65, 70 por ciento. ¿Qué pasa? Que ellos vienen después de dos o tres años de estar pagando y dicen ‘es que casi no se ha bajado el capital’, pero aquí es un desconocimiento, porque siempre que pedimos un crédito, primero vamos a pagar el interés y luego empezamos a hacer la reducción o amortización que le llaman de capital”, agregó.
López indicó también que estos casos quedan fuera de la estadística de alrededor de 18 mil quejas que procesan al año debido a que la Condusef no puede actuar una vez que el usuario ha aceptado los términos.
“El problema es que la gente firma, la gente acepta el trato. Entonces, por nuestra ley estamos impedidos para conocer o llegar a un arreglo en tema de interés, porque es un acuerdo de voluntades y ahí ya no podemos intervenir”, dijo.
“Si la financiera le dice ‘te voy a manejar 105 por ciento’ y tú como usuario aceptas, ya no podemos hacer nada. Pudiéramos intervenir si no le fueran claros los términos del contrato. Pero si son claros y le dicen ‘aquí está, este es el plazo, si usted pidió 50 y va a terminar pagando 170 mil o 180 mil pesos’ y el usuario firma, ya no podemos hacer nada y tampoco es un tema de fraude, porque al final él está aceptando y firmando esas características”, agregó.
López mencionó asimismo que el precio de un crédito en un rango que puede ser considerado como atractivo para el cliente puede ser de entre 15 o 20 por ciento anual, o de hasta un 40 por ciento si lo que se busca es pagar otra deuda con una tasa aún mayor.
“Pero ya un interés arriba de un 40 por ciento ya es algo alto”, dijo.
El funcionario estimó que hasta un ocho por ciento de la población de la ciudad tiene deudas con instituciones financieras, de los que una alta proporción son conocidos como “totaleros”, o que pagan justo en el plazo, sin llegar a juntar intereses.
Pero hay otros, dijo, como los que firman sin considerar lo elevado de las tasas de interés anual y también quienes hacen sólo los pagos mínimos que, si bien evitan que el acreedor envíe al deudor al buró de crédito, acumulan intereses.
“Pasa mucho en adulto mayor, que ven sus estados de cuenta y ven el pago mínimo y es lo que pagan, sin saber que eso les está generando un interés y al final va a ser interés sobre interés, y no se dan cuenta hasta que les empiezan a hacer una cobranza porque ya deben mucho”, explicó.