Ciudad Juárez, Chih.- Mientras las fábricas están despidiendo más operativos que administrativos, las exportaciones carreteras de Ciudad Juárez –un indicador de la producción maquiladora– siguen creciendo, lo que alimenta la tesis de que la mano de obra está siendo sustituida por automatizaciones y robots.
Jesús Manuel “Thor” Salayandía, coordinador del Bloque Empresarial Fronterizo (BEF), informó que los datos del Inegi indican que en los últimos 16 meses, de junio de 2023 a octubre de 2024, la industria ha perdido 43 mil 104 empleos, al caer de 326 mil 388 a 283 mil 284, -13.2 por ciento.
El análisis de los datos IMMEX indica que se ha despedido al 14.1 por ciento de los operativos, que pasaron de 291 mil 165 a 250 mil 072, es decir, 41 mil 093 menos. En tanto, solo se ha dado de baja al 5.7% de los administrativos, que cayeron de 35 mil 233 a 33 mil 212, es decir, 2 mil 021 menos.
“La maquiladora se está deshaciendo principalmente de la mano de obra, y no de los que hacen el trabajo administrativo. Esto tiene mucho que ver con la automatización, lo que confirma lo que hemos venido diciendo, que la mano de obra se está cambiando por máquinas y robots”, dijo.
Señaló que esto se puede inferir desde el momento en que las exportaciones no están bajando al mismo ritmo que el personal. Las exportaciones carreteras por Juárez subieron de 5 mil 494 en junio del año pasado, a 6 mil 571 en septiembre de este año, es decir, aumentaron un 19.6 por ciento.
“Estamos exportando más con menos trabajadores. Esto es muy comprensible porque el Gobierno ha venido complicando mucho el dar empleo. Cada vez son más altos los costos laborales, cada vez es más complejo contratar y retener a la gente, o enfrentar una demanda con justicia”, enunció.
También dijo que otro factor en el tablero es el próximo retorno de Donald Trump, el 20 de enero, pues la amenaza de los aranceles le impide a las empresas contratar más personal, facilitando la compra de maquinaria que a final de cuentas se podrán llevar en caso de que deseen relocalizarse.
Otro asunto que influye, agregó, es la incertidumbre generada por las reformas constitucionales en México, principalmente la reforma al sistema judicial y la desaparición de varios organismos reguladores descentralizados, que siembran mucha desconfianza entre los inversionistas foráneos.