Starbucks exigirá a las personas que visiten sus cafeterías que compren algo para poder quedarse o utilizar sus baños, anunció la empresa en una carta enviada el lunes a los gerentes de las tiendas.

La nueva política, resumida en un código de conducta, entrará en vigor a finales de este mes y se aplicará a las cafeterías, patios y baños de la empresa.

“Implantar un código de conducta para las cafeterías es algo que ya tienen la mayoría de los minoristas y es un paso práctico que nos ayuda a dar prioridad a nuestros clientes que pagan, quieren sentarse y disfrutar de nuestras cafeterías o necesitan ir al baño durante su visita”, dijo Jaci Anderson, vocera de Starbucks, en una declaración enviada por correo electrónico.

Anderson dijo que, al perfilar las expectativas de los clientes, la empresa “puede crear un mejor entorno para todos”.

El código de conducta estará visible en todas las tiendas y prohibirá comportamientos como la discriminación, el acoso, fumar y pedir limosna.

Se pedirá a quien infrinja las normas que abandone la tienda y los empleados podrán llamar a la policía, dice la política.

Antes de aplicar la nueva política, el 27 de enero, los gerentes de las tiendas dispondrán de 40 horas para preparar las sucursales y a los trabajadores, según la empresa. También habrá sesiones de capacitación para el personal.

Ese tiempo de capacitación se utilizará también para prepararse para nuevas prácticas, como preguntar a los clientes si quieren que su bebida sea para tomar ahí o para llevar y ofrecer volver a llenar de manera gratuita e ilimitada los cafés calientes o fríos de los clientes que pidan sus bebidas para tomarlas ahí.

Los cambios forman parte de un intento de la empresa de dar prioridad a los clientes y hacer las tiendas más acogedoras, dijo Sara Trilling, presidenta de Starbucks Norteamérica, en una carta dirigida a los gerentes de las tiendas.

“Sabemos por los clientes que el acceso a asientos cómodos y a un entorno limpio y seguro es fundamental para la experiencia Starbucks que tanto les gusta”, escribió. “También hemos oído de ustedes, nuestros socios, que es necesario reajustar las expectativas sobre cómo deben utilizarse nuestros espacios y quién los utiliza”.

Los cambios se producen al tiempo que la empresa responde al descenso de las ventas, la caída del precio de las acciones y las quejas de los inversores activistas. En agosto, la empresa nombró un nuevo director ejecutivo, Brian Niccol.

Niccol resumió los cambios que debía hacer la empresa en un video en octubre. “Simplificaremos nuestro menú excesivamente complejo, arreglaremos nuestra arquitectura de precios y nos aseguraremos de que todos los clientes sientan que Starbucks vale la pena cada vez que nos visitan”, dijo.

El nuevo requisito de compra revierte una política que Starbucks instituyó en 2018 que decía que la gente podía utilizar sus cafeterías y baños aunque no hubieran comprado nada.

La política anterior se estableció un mes después de que dos hombres negros fueran detenidos en un Starbucks de Filadelfia mientras esperaban encontrarse con otro hombre para una reunión de negocios.

Las autoridades dijeron que los hombres habían pedido usar el baño, pero que un empleado se los había negado porque no habían comprado nada. Un empleado llamó a la policía y parte del encuentro se grabó en un video que fue visto por millones de personas en internet, lo que provocó boicots y protestas.

En 2022, Howard Schultz, el director ejecutivo de Starbucks en aquel momento, dijo que la empresa estaba reconsiderando la política de baños abiertos.