Monterrey, México.- Tras la prohibición a nivel federal de 35 plaguicidas señalados como "peligrosos", líderes del sector agrícola acordaron con el titular de la Sader, Julio Berdegué, que la segunda y tercera etapa de prohibiciones, en el 2026 y 2027, respectivamente, sólo contemplarán vetos a moléculas reemplazables por otras más modernas, con lo que el glifosato estaría descartado temporalmente para esa medida.
En el 2020, el Gobierno intentó prohibir el glifosato -el herbicida más popular a nivel mundial por ser barato y eficiente- mediante un decreto que entraría en vigor en abril del 2024, medida a la que se dio marcha atrás en marzo del año pasado ante las advertencias de los productores y fabricantes de agroquímicos por riesgos a la producción agrícola.
Rogelio García Moreno, vicepresidente agrícola del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), apuntó en entrevista que la prohibición anunciada el pasado miércoles por el Gobierno federal es fruto de un diálogo entre los productores y Berdegué. "El tema del glifosato ahí va a seguir vivo. Siempre hay voces que hablan de lo malo que es el glifosato, pero no se va a prohibir hasta que haya un sustituto. A corto plazo no veo una amenaza; creo que se seguirá utilizando", dijo García Moreno."Ha quedado plenamente comprobado que el glifosato no es dañino siempre y cuando se utilice como dicen las etiquetas. Ojalá podamos decir 'mira, ya hay un sustituto', que es lo que están haciendo con las 35 moléculas. Hay productos de última generación que pueden ser de gran beneficio para la producción".
Para evitar afectaciones a la competitividad del campo mexicano, las siguientes prohibiciones de plaguicidas requerirán acompañamiento técnico y financiero de la Federación, agregó por su parte Patricia Toledo, vicepresidenta de Sustentabilidad y Responsabilidad Social del CNA. "La transición hacia prácticas agrícolas más seguras debe ser gradual, ordenada y con acompañamiento técnico y financiero, sin afectar la productividad ni la competitividad del campo mexicano", comentó. El glifosato es foco de polémica debido a que, en el 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS advirtió que podría ser cancerígeno, pero al año siguiente un informe conjunto de la OMS y la ONU determinó que no existía evidencia suficiente al respecto. También se le ha vinculado con daños medioambientales.