Con una convocatoria sin precedentes, autoridades de México y Estados Unidos se reunieron este miércoles en el Centro Recreativo Chamizal para dar inicio al Plan Estratégico para el Cruce Fronterizo Internacional (IBC), impulsado por la Organización de Planificación Metropolitana de El Paso (MPO), con el objetivo de definir una visión integral y regional sobre el funcionamiento de los seis puentes que conectan a Texas, Nuevo México y Chihuahua.
El encuentro congregó a representantes binacionales, líderes comunitarios, especialistas técnicos y funcionarios locales, quienes coincidieron en que la única forma de avanzar ante los retos del comercio, la movilidad y la seguridad es trabajando como una sola región.
El Plan Estratégico del IBC establecerá una visión regional unificada para el futuro del movimiento transfronterizo en la región fronteriza que conecta a Texas, Nuevo México y el estado de Chihuahua. Centrado en los seis cruces fronterizos internacionales que conectan estas comunidades, el plan ofrecerá recomendaciones de infraestructura, operaciones, políticas y coordinación para mejorar la movilidad, la seguridad y la eficiencia.
“Este plan representa un paso fundamental para abordar los desafíos actuales y prepararnos para las futuras demandas en nuestros cruces fronterizos”, declaró Eduardo Calvo, director ejecutivo de la MPO de El Paso, tras enfatizar: “Estamos reuniendo a las personas adecuadas, de diferentes fronteras y sectores, para lograrlo”.
Colaboración binacional, eje central
“Tres ciudades, dos países, pero una sola región. Lo que pasa de un lado tiene efecto inmediato del otro”, expresó el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, al celebrar la puesta en marcha de este esfuerzo estratégico que, dijo, “nos obliga a ver las fronteras como puentes y no como barreras”.
A su vez, Ulises Fernández Gamboa, secretario de Desarrollo Económico del estado de Chihuahua, destacó: “Este plan se centra en trabajar juntos, alineando infraestructura y estrategias para fortalecer nuestra región binacional. Nuestras economías y comunidades están conectadas”.
La propuesta, que deberá concluir en 2026, busca analizar los cruces internacionales no como elementos aislados, sino como un sistema logístico fronterizo cuya operación requiere diagnósticos precisos, armonización normativa, inversión inteligente y coordinación técnica continua.
Por primera vez, las áreas técnicas de El Paso, Ciudad Juárez y Las Cruces trabajarán de forma conjunta para diagnosticar fortalezas y debilidades de cada cruce, evaluar usos de suelo, capacidades de aforo y proyecciones futuras que permitan mejorar la eficiencia de importaciones y exportaciones, explicó el director del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), Roberto Mora Palacios.
“Esta reunión deja una impresión muy positiva. Estamos cambiando el enfoque: ya no se trata de estudios separados, sino de ver todo como un sistema conectado que mueve la economía de nuestra región”, dijo.
Enfoque regional
La cooperación entre instancias técnicas fue también subrayada por el juez del Condado de El Paso, Ricardo Samaniego, quien enfatizó la importancia de actuar de manera espejo con México: “Tenemos que empatar los esfuerzos de ambos lados del río. Esta región está más conectada que nunca, y debemos aprovechar esa sinergia”.
Los testimonios de los alcaldes de El Paso, Renard Johnson, y de la ciudad de Socorro, Rudy Cruz, así como de los participantes, coincidieron en destacar el liderazgo de las autoridades locales y el ambiente de colaboración total como clave del éxito del plan.
“Nuestro desarrollo económico, nuestra movilidad, nuestra seguridad y nuestro bienestar están profundamente ligados al funcionamiento eficiente de los cruces fronterizos. Este espacio es prueba de que cuando las fronteras se entienden como puentes y no como barreras podemos avanzar juntos”, subrayó Pérez Cuéllar.
“Esta región tiene aliados increíbles”, comentó Joseph De La Rosa, representante del Gobierno de Nuevo México. “No es solo un esfuerzo técnico, sino un compromiso social con el bienestar y la prosperidad binacional”.
Meta: 2026
Con el 20% del diagnóstico ya completado por parte de las autoridades neomexicanas, el Comité Directivo del IBC se enfocará en recopilar datos, evaluar normativas y formular propuestas concretas para que, en 2026, se presente un plan robusto que fortalezca la infraestructura, reduzca tiempos de espera y garantice mayor competitividad regional.
“Estamos en un punto de inflexión”, afirmó Gerardo Fierro, director ejecutivo de la Autoridad Fronteriza de Nuevo México. “Nuestra región necesita una visión compartida para seguir el ritmo del crecimiento y fortalecer el comercio y la seguridad”.
Desde la perspectiva diplomática, el cónsul de México en El Paso, Mauricio Ibarra Ponce de León, hizo un llamado a enfocarse en objetivos concretos: “Tenemos que ser específicos con lo que queremos lograr. La coordinación es clave para que las recomendaciones técnicas se conviertan en acciones federales efectivas”.
La iniciativa fue descrita por el director de la MPO, Eduardo Calvo, como “un paso histórico que reúne a los actores adecuados en el momento justo para transformar el futuro de nuestros cruces”.
Para el juez del condado, este esfuerzo estratégico no solo representa una apuesta técnica por mejorar la infraestructura fronteriza, sino también un compromiso político y humano por estrechar los lazos entre comunidades vecinas que, a pesar de estar divididas por una línea, comparten una misma realidad económica, social y cultural.
“Este esfuerzo contribuirá a generar inversiones transformadoras para El Paso y toda nuestra región fronteriza”, dijo luego de establecer: “Con una sólida colaboración, podemos mejorar la movilidad, la seguridad y el crecimiento económico”.
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