Un oficial "me agarró los testículos y me los aplastó firmemente", mientras que otro me "metió los dedos profundamente en los oídos", relató un adolescente a sus abogados sobre su permanencia en Camp East Montana, el campamento de tiendas de campaña en la base militar de Fort Bliss en El Paso, Texas, según organizaciones estadounidenses.
El testimonio de “Samuel”, forma parte de una carta enviada hoy por grupos de derechos humanos al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para instarlo de poner fin al centro de detención de migrantes en las instalaciones adaptadas en la base militar en agosto de 2025.Los defensores resumieron en la carta los relatos, incluyendo golpizas y abusos sexuales por parte de agentes contra inmigrantes detenidos, y amenazas coercitivas para obligarlos a ser deportados a terceros países, negligencia médica, hambre y alimentación insuficiente, y la negación de acceso significativo a un abogado, entre otras violaciones de derechos.
“Históricamente, Fort Bliss sirvió como campo de escena para la crueldad y la exclusión - y lo que descubrimos en el nuevo campo de detención de inmigrantes continúa este vergonzoso legado. Las personas detenidas en Fort Bliss detallaron valientemente la brutalidad que experimentan, como el contacto abusivo y sexual por parte de los guardias, la exposición a aguas residuales crudas donde comen, y la negación de atención médica”, señalaron las organizaciones que firman la carta: Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), la ACLU de Nuevo México y ACLU de Texas, Estrella del Paso, Human Rights Watch, el Centro de Defensa de los Inmigrantes de Las Américas (CIDCA), el Centro Legal para Inmigrantes de Nuevo México (NMLC) y el Proyecto de Derechos Civiles de Texas (TCPD).
El documento fue enviado después de meses de entrevistas con más de 45 personas detenidas en Fort Bliss, entre ellos “Samuel”, un adolescente detenido quien dijo a sus abogados que los oficiales lo golpearon tan severamente que sufrió lesiones en todo el cuerpo, perdió el conocimiento y tuvo que ser llevado a un hospital en ambulancia.
Samuel relató que su diente frontal derecho se rompió por la fuerza del impacto contra el suelo, se sentía "mareado" y "luchaba por permanecer consciente", un oficial se rio de él por tener un diente astillado después de ser golpeado y le dijo que estaba "como una niña pequeña".
Dijo que semanas después de la paliza, el daño en su oído izquierdo es tan severo que ahora tiene problemas de audición.En la carta, los grupos también reiteran su llamado a detener de inmediato las deportaciones de personas a terceros países con los que no tienen vínculos genuinos.
Isaac, un migrante cubano retenido en Fort Bliss, declaró bajo juramento que los oficiales le informaron que sería deportado a México. Declaró a sus abogados que "los guardias me golpearon la cabeza" y "la estrellaron contra la pared unas diez veces".
También afirmó que los oficiales le agarraron y le aplastaron los testículos entre los dedos, y que poco después, esposaron a Isaac y a otras 20 personas, los subieron a un autobús y los llevaron a la frontera, donde les informaron que podían bajarse y cruzar a México.Isaac añadió que los oficiales les dijeron: "Si no queremos ir a México, nos enviarán a una celda en El Salvador o en África". Isaac también utiliza un seudónimo para proteger su identidad.“Los entrevistados afirmaron que en Fort Bliss, la perspectiva de tales deportaciones ha adquirido un carácter particularmente abusivo. Las personas detenidas testificaron que los oficiales de Fort Bliss han golpeado a personas detenidas y han utilizado la amenaza de violencia, cargos penales y encarcelamiento para intentar obligar a los inmigrantes no mexicanos retenidos en Fort Bliss a cruzar la frontera hacia el desierto mexicano”, informaron a través de un comunicado de prensa.
