El recién elegido alcalde de El Paso, Renard Johnson, reafirmó que las autoridades locales no participarán en las redadas migratorias ordenadas por el presidente Donald Trump. Johnson explicó que el Departamento de Policía de El Paso (EPPD) no cuenta con los recursos necesarios para hacer cumplir las leyes de inmigración y subrayó su compromiso con la seguridad de todos los residentes de la ciudad.
“Quiero que los habitantes de El Paso sepan que somos una ciudad segura y que continuaremos siéndolo”, afirmó Johnson.
El jefe de policía, Peter Pacillas, respaldó las declaraciones del alcalde y enfatizó que el EPPD se centrará en aplicar las leyes estatales, como combatir el tráfico de personas, el narcotráfico y otros delitos. “Trabajamos juntos para determinar quién es la mejor entidad para hacer cumplir la ley y obtener la mejor persecución. El Departamento de Policía de El Paso no aplica leyes de inmigración”, señaló Pacillas.
Esta postura refuerza la decisión de El Paso de no involucrarse en operaciones que puedan generar desconfianza o temor entre los residentes, especialmente en una ciudad con una población inmigrante significativa.
La decisión también refleja la estrategia de colaboración con otras agencias estatales y federales, asegurando que cada entidad se enfoque en su ámbito de competencia para maximizar los recursos y la efectividad en la aplicación de la ley.
Grupos locales de derechos civiles han aplaudido la postura de las autoridades, señalando que fomenta la confianza y fortalece la cohesión comunitaria en un momento de incertidumbre para muchas familias inmigrantes.