El Paso, Texas.– En una jornada cargada de indignación y unidad, más de mil personas se congregaron este sábado en el parque lineal de Airway y Edgemere, en el este de la ciudad, como parte del movimiento nacional Not Kings, que se desarrolla simultáneamente en decenas de ciudades de Estados Unidos en protesta contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump.

La multitud, compuesta por familias, activistas, estudiantes y líderes comunitarios, portaba pancartas con mensajes como “Ningún ser humano es ilegal”, “Alto a las redadas” y “Respeto y dignidad para todos”, mientras muchas personas se envolvían en banderas mexicanas y estadounidenses como símbolo de su identidad binacional y su derecho a permanecer en el país sin temor.

El motivo principal de la manifestación fue denunciar lo que consideran redadas arbitrarias e ilegales por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), tanto en calles como en inmediaciones de cortes migratorias, una práctica que ha sembrado el miedo en comunidades enteras, incluyendo en esta frontera.

“Estamos aquí para decirle a esta administración que no tiene el derecho de perseguir a nuestras familias como si fueran criminales”, expresó Ana Gutiérrez, organizadora local de la protesta. “Esta es una comunidad de trabajadores, de estudiantes, de madres y padres que solo buscan un futuro mejor”.

A lo largo del evento, se escucharon cánticos y discursos en inglés y español, mientras voluntarios repartían agua y apoyo legal. Algunos asistentes compartieron testimonios sobre familiares detenidos o deportados recientemente.

Aunque la manifestación transcurrió de forma pacífica, elementos del Departamento de Policía de El Paso estuvieron presentes para resguardar la seguridad, en coordinación con los organizadores del evento.

“Estas políticas no nos representan, y no nos vamos a quedar callados”, dijo Julio Ramos, un joven universitario hijo de inmigrantes, quien marchó con su madre. “Estamos aquí para defender nuestra dignidad”.

El Paso, una ciudad históricamente acogedora con los migrantes, vuelve a convertirse en escenario de resistencia frente a las políticas federales. Los organizadores aseguraron que seguirán movilizándose y convocando acciones comunitarias mientras continúe la persecución contra los inmigrantes.