¿Cuándo empezó la fase retro de las zapatillas, o tenis, y de qué se trata? Hay tantas combinaciones de colores con estilo… ¿pero esta tendencia durará? —Gabrielle, Nueva York

La moda obedece a las leyes de la física igual que el mundo natural, y no hay mejor ejemplo que el hecho de que lo que sube tiene que bajar. Esto es cierto para los dobladillos y los volúmenes, y se ha demostrado que también es cierto para las zapatillas. Se volvieron tan ridículamente extragrandes por la Triple S de Balenciaga, que en 2017 hizo que el calzado monstruoso pareciera lo más deseado desde las sandalias de peluche, que no había otro sitio al que ir que hacia abajo.

De hecho, en marzo, Max Berlinger escribió un artículo para The New York Times en el que declaraba el fin de la zapatilla gigante y el regreso del estilo retro: las zapatillas estilizadas introducidas a mediados del siglo pasado que estaban siendo reeditadas y redescubiertas por una nueva generación.

La verdad, sin embargo, es que el reciente ciclo de las zapatillas probablemente empezó hace al menos cinco años, cuando Grace Wales Bonner, diseñadora de culto de una marca homónima y nueva diseñadora de ropa masculina de Hermès, intentó reinventar las Samba, introducidas en 1949. Los expertos en moda se entusiasmaron, se agotaron y Adidas comprendió que tenía entre manos un éxito potencial. Antes de que pudieras decir “mediados de siglo”, Adidas empezó a lanzar la zapatilla en varias combinaciones de colores de edición limitada. (Nada estimula tanto el consumo como la palabra “limitado”).

La fiebre Samba probablemente alcanzó su punto álgido en 2022, cuando las búsquedas de la zapatilla aumentaron un 350 por ciento, según la plataforma de compras Lyst —al menos hasta que Rishi Sunak, el ex primer ministro británico, fue fotografiado llevando sus Samba en Downing Street, lo que casi inmediatamente enturbió el ambiente.

Aun así, el éxito de la Samba abrió la puerta a que otras marcas se sumergieran en sus propios archivos, (re)produciendo éxitos como las Nike Cortez (lanzadas por primera vez en 1972), las Nike Zoom Vomero 5 (lanzadas en 2010), las Puma Speedcat (lanzamiento original, 1999) y las Onitsuka Tiger Mexico 66 (lanzadas en, sí, 1966).

Marcas como Larroudé han lanzado sus propias versiones de zapatillas de inspiración retro (véase la Stella, un estilo estilizado en gamuza y terciopelo). Cuando le pregunté a Marina Larroudé, cofundadora de la empresa, por qué había optado por un estilo del pasado, me dijo que quería un zapato con “el brillo de un mocasín pero la facilidad y comodidad de una zapatilla deportiva”. Quería que las mujeres pudieran llevarlo más fácilmente con “unos jeans, unos pantalones de sastre, una minifalda o un bléiser, y que encajara perfectamente sin gritar ‘zapato de ocio cómodo’”.

(O “víctima de la moda”, que es hacia donde se dirigían las zapatillas oversized).

El auge de la zapatilla retro también está relacionado con el regreso de los pantalones más anchos y las faldas más largas, que combinan bien con zapatos estrechos. Los pantalones grandes y las zapatillas grandes tienden a parecer desaliñados, y los jeans estrechos y las zapatillas estrechas pueden hacer que tus piernas parezcan bolos de boliche. El objetivo debe ser el equilibrio en las siluetas del calzado y las prendas, como en todas las cosas.

¿Durará el momento de las zapatillas retro? Larroudé dijo que presentó la Stella el pasado enero y que se ha estado vendiendo todos los meses desde entonces. En este momento, la considera una parte básica de la línea, como un botín o una plataforma con correa en el tobillo.

Y aunque eso no significa necesariamente que lo retro vaya a seguir en lo alto de la curva de tendencias de las zapatillas —probablemente ya haya pasado su reciente apogeo—, es posible que el estilo retro se haya convertido en los jeans de pierna recta del mundo de las zapatillas: una opción perenne, sea cual sea la tendencia actual.