Ciudad de México.- Los fiscales recomendarán que Erik y Lyle Menéndez sean sentenciados nuevamente por los asesinatos de sus padres en 1989 en la casa de la familia en Beverly Hills, lo que brindaría a los hermanos una oportunidad de libertad después de 34 años tras las rejas.
Un funcionario con conocimiento de la decisión, que no estaba autorizado a hablar oficialmente antes de una conferencia de prensa planificada, confirmó que el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, recomendará una nueva sentencia para los hermanos.
En 1996, Erik y Lyle Menéndez fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Los fiscales deben ahora solicitar la aprobación del tribunal. Lyle, que entonces tenía 21 años, y Erik, que entonces tenía 18, admitieron que habían matado a tiros a su padre, el ejecutivo del mundo del espectáculo José Menéndez, y a su madre, Kitty Menéndez.Los hermanos dijeron que temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que la gente descubriera que José Menéndez había abusado sexualmente de Erik Menéndez durante años.
La familia de los hermanos ha pedido su liberación, afirmando que merecen ser libres después de décadas tras las rejas. Varios miembros de la familia han dicho que en el mundo actual, que es más consciente del impacto del abuso sexual, los hermanos no habrían sido condenados por asesinato en primer grado y sentenciados a cadena perpetua. Los hermanos Menéndez fueron juzgados dos veces por el asesinato de sus padres; el primer juicio terminó con un jurado en desacuerdo. Los fiscales sostuvieron entonces que no había pruebas de abuso sexual y que muchos detalles de su historia de abuso sexual no se permitieron en el segundo juicio. Asimismo, dijo en aquel momento que los hermanos querían hacerse con el patrimonio multimillonario de sus padres.