CDMX.- Los circos tradicionales siempre exigirán la presencia de animales, pero los especialistas en la diversión familiar han sabido adaptarse, respetar la esencia y ofrecer un show de calidad sin ellos.

Así lo considera el director del Circo Atayde Hermanos, Humberto Padilla, que inicia funciones en la explanada de la Alcaldía Venustiano Carranza este 18 de abril.

"La pregunta obligada de la gente es '¿qué podemos ver sin animales?', y la respuesta es amplia: malabaristas, trapecistas y payasos, que son uno de los grandes atractivos del circo y en nuestro caso, tenemos a uno de los mejores: el Payaso Mingo", dijo Padilla, en entrevista.

A diez años de que entró en vigor la regulación para prohibir animales en los shows de los circos, el espectáculo tuvo que modificarse y retirar leones, tigres, caballos y elefantes de su elenco.

"Es una tradición milenaria que se ha adaptado, quizás son carpas y circos más pequeños porque ahora se montan en explanada, pero sigue siendo atractivo para las familias.

"Y lo que hemos comprobado es que el circo se vive, se tiene que experimentar y eso tiene que ver con la fiesta, la celebración de unos instantes con payasos, trapecistas y más talentos", destacó el director.

Con 136 años de vida en el mercado, y fundada por Andrés Atayde, esta empresa de entretenimiento, bajo la dirección general de Celeste Atayde, sigue presentándose en varias ciudades y pueblos de México, Centroamérica y Estados Unidos.

"Desde que empezó Circo Atayde Hermanos había un lema que sigue vigente 'si no le gusta, le regresamos su dinero'. Y la gente sale muy divertida, muy desconectada, muy alegre porque el circo es para vivirlo en distintas etapas de la vida.

"Siempre hemos dicho que se vive de niño, ya siendo papá o mamá, o siendo abuela o abuelo. Y es muy bueno, incluso como tío o como sea, hay que vivir esa magia".

Para esta temporada en la capital, que durará un mes, la compañía incluirá música grabada y eligió un lugar con vías de transporte accesibles, por su cercanía con el metro y la disponibilidad de un amplio estacionamiento.