Cd. de México.- El abuelo del director de cine Joachim Trier, Erik Lochen, formó parte de la resistencia durante la ocupación nazi de Noruega en la Segunda Guerra Mundial. Fue capturado y torturado.
"Lo mandaron a un campo de concentración", revela Trier, uno de los cineastas nórdicos más prestigiosos del momento, en entrevista. "La experiencia lo afectó muchísimo".
Trier, de 51 años, conocía la historia desde niño, pero fue hasta hace poco que cobró peso en su mente. Entendió cómo el dolor de Lochen, también realizador, se respiraba en la casa familiar. Se propagaba. "Ese dolor se hereda. Debido a mis hijos, me pregunto: '¿les transmitiré esas cosas o sólo me afecta a mí, la tercera generación?", medita.Valor Sentimental (Affeksjonsverdi) es, confiesa, su manera de contestar esa duda. Es su primer filme siendo padre. La exploración no es el foco de la trama, pero su importancia, sutil, es insoslayable.
"Quise encontrar una escala humana para hablar del efecto dominó del trauma histórico, aunque no sea evidente en la trama y esté en segundo plano. Creo que la vulnerabilidad del individuo y el contexto histórico tienen efectos infinitos en quienes lo rodean". Sensación de la temporada, la película de Mubi se preestrena este lunes en cines mexicanos. Va por 7 Globos de Oro, 6 Critics' Choice Awards. Es la mayor esperanza europea para los inminentes Óscar. Oslo, tiempo actual. Stellan Skarsgård encarna aquí a Gustav Borg. Celebrado cineasta, es un padre fallido. No estuvo allí, cuando más lo necesitaban, sus dos hijas, Nora (Renate Reinsve) y Agnes (Inga Ibsdotter Lilleaas). Hijo a su vez de una madre suicida (y prisionera de los nazis), Borg intenta reconectar particularmente con Nora, actriz, la más herida por su ausencia. Le ofrecerá protagonizar un filme en clave, rodado en esa memoriosa casa que él abandonó. Escrita por Trier con Eskil Vogt, Valor Sentimental es heredera del cine Ingmar Bergman. Se siente accesible, pero es sofisticada y llena de capas. ¿Sus temas? Los traumas, el perdón, la salud mental, el arte como vehículo para pronunciar verdades... "Casi en todas las familias existen cosas que no se pronuncian y se transfieren de padres a hijos. No se conversan. Y no es a propósito: la verdad es que no tenemos un lenguaje que transmita todas nuestras emociones. "Estas dos hermanas se cuentan distintas cosas a sí mismas sobre quiénes son, y de repente reaparece el padre y, lentamente, comienzan a descubrirlo. La historia gira un poco hacia la necesidad de entenderlo y la idea de la reconciliación". Trier creó este doloroso y personalísimo filme pensando en Reinsve ("una de las mejores actrices"), con quien hizo mancuerna en la aclamada La Peor Persona del Mundo. Conseguir al mítico Skarsgard era un osado deseo. "No lo conocía, pero lo admiraba. Es fantástico. Su personaje, Gustav Borg, es alguien muy complicado, así que necesitaba a un enorme actor para darle vida. "Antes de finalizar el guion lo contacté y le dije: 'Mira, si me dices que no quieres hacer esto tendré un gran problema. Por favor, di que sí. Lo hizo. Y tuvimos una gran colaboración". Otra estrella del filme -y así se presenta desde la primera escena- es la casa familiar. Contenedor de recuerdos, es la metáfora de cómo las fracturas emocionales atraviesan el tiempo: las heridas de ayer siguen sangrando hoy.Entregado al cine
En Valor Sentimental, Gustav Borg encara con pasión y honestidad brutal la que cree que será su última película. Trier, con 20 años como realizador, se identifica con ese impulso. "Temo que llegue un día en que no me permitan hacer otra película. Gustav Borg y yo somos de otra generación, pero simpatizo con él en las ansias de entregarse con todo al cine". Desde su ópera prima, Reprise: Vivir de Nuevo, hasta Valor Sentimental, su obra se ha ocupado de las relaciones humanas. Con mirada naturalista, algo melancólica, filma personajes en crisis, aislados, llenos de pérdidas. "¿Dónde estoy ahora como artista? Me lo pregunto a menudo. Tengo seis películas. Creo que cada una ha sido un capítulo en mi vida donde he tratado de expresarme con la mayor honestidad. "El cine es algo caro de hacer, entonces es fácil sentir que tienes que hacer cosas para los demás. Mi filosofía es que lo único que puedes filmar es tu temperamento, tus temas, tu vibra".
