Ciudad de México.- La agrupación californiana presentó su disco From Zero, con su primer concierto del año en la gira correspondiente a su octavo material. Crédito: Edgar Medel

Los fans nunca dejaron de corear éxitos como "Faint", "Somewhere I Belong" y "Crawling". Crédito: Edgar Medel

La cuenta regresiva comenzó, con 65 mil personas abarrotando el Estadio GNP, según los organizadores, hasta que llegó la hora. De ahí, literalmente desde cero, Linkin Park se ganaría un 10 ante su comunidad mexicana de fans.

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La agrupación californiana presentó su disco From Zero, con su primer concierto del año en la gira correspondiente a su octavo material, y se reencontró con su audiencia local luego de una década.

"Estamos sumamente agradecidos por el recibimiento y el amor que nos tienen. Estamos felices de estar aquí y de que sean testigos del primer show de esta gira, de que escuchen nuestro nuevo disco, de que sigamos unidos", expresó Mike Shinoda, líder de la banda, antes de interpretar "The Catalyst".

El grupo de nu metal y rock electrónico, que impactó a toda una generación desde su debut, Hybrid Theory (2000), se había presentado por última vez en la Arena Ciudad de México en junio del 2015 con el show del The Hunting Party Tour y en circunstancias totalmente distintas.

En aquella ocasión, el fallecido cantante, compositor y productor Chester Bennington comandó al grupo junto a Shinoda. Este viernes sólo estuvo en el recuerdo y en el homenaje a través de sus canciones en vivo; se quitó la vida en julio del 2017.

Con Emily Armstrong como nueva cantante del grupo ganador del Grammy y el Billboard Award, Linkin Park repasó sus canciones más conocidas y las integró con las nuevas, ya que pasó de "Somewhere I Belong" y "Crawling" a "Heavy Is The Crown" y "The Emptiness Machine".

"¡Emily, Emily, Emily!", grito acompasado y potente, fue la señal de aprobación a la vocalista, y a Shinoda algunos le lanzaron toda clase de piropos, por ejemplo, "te amo", "eres bello", "mis hijos serán tuyos" y más. Varios incluso metieron carteles al recinto.

"Ustedes son espectaculares, gracias por tanto amor", expresó la cantante en un par de ocasiones.

Pantallas gigantes a cada costado y una estructura de luces en cuadrícula le dieron forma al escenario, donde el sexteto tocó hasta rayar la perfección y sin escatimar esfuerzo ni tiempo. Elementos geométricos, fractales, ilustraciones futuristas y paisajes boscosos y espaciales complementaron el cuadro de Linkin Park en escena.

Ambos vocalistas se desplazaron por la pasarela que los llevó hasta la mitad del recinto cuando tocaron "Two Faced", y alguien les arrojó una bandera, la cual colocaron en el pedestal. Le pusieron el micrófono a un par de fans y se hincaron y brincaron tanto como pudieron.

Una gran proporción del público, quizás un 80 por ciento de los asistentes, levantó los celulares para grabar la mayoría del show, incluso bailando y gritando, moviéndose, casi nunca estáticos. "Lost" y "Faint" llevaron a la luminosa sincronía de los dispositivos por gradas y pista.

Los fans también encendieron y apagaron las linternas con "Papercut", y el trayecto sonoro, de un par de horas, culminó con "Bleed It Out".

"Muchas gracias a todos, los amamos por darle la bienvenida a nuestros nuevos amigos, Emily... Gracias", dijo Shinoda en español.