Cd. de México.- El ex asistente personal de Sean "Diddy" Combs, Phillip Pines, acusó al rapero de ordenarle tener relaciones sexuales con una mujer durante una fiesta para demostrar su "lealtad" hacia él.
En una entrevista para la docuserie The Fall of Diddy, Pines reveló detalles inéditos sobre las acusaciones que hizo en diciembre por agresión sexual, acoso sexual y tráfico sexual, alegando que sus responsabilidades laborales implicaban facilitar las supuestas actividades sexuales de Combs.
Pines relató que el incidente ocurrió durante una fiesta llamada "Freak Off", donde, tras beber varias copas de alcohol, el comportamiento de Combs se volvió inquietante. "Recuerdo haber escuchado las palabras: 'Prueba tu lealtad hacia mí, (tu) Rey'", relató Pines.Pines detalló cómo "Diddy" le masajeó los hombros de manera intimidante, como si fuera un gesto típico de "un entrenador hacia un jugador antes de un partido"; posteriormente, le entregó un condón y lo empujó hacia una mujer que estaba recostada en un sofá
"Me quedé paralizado antes de que ocurriera, no sabía qué estaba pasando", expresó Pines, visiblemente afectado por el recuerdo. A lo largo de la conversación, Pines compartió el temor que sentía ante las posibles repercusiones de negarse a cumplir con la solicitud de su jefe, ya que había sido testigo de cómo el magnate de la música se enfurecía fácilmente con otros empleados. "Vi lo enfadado que podía llegar a estar por la cosa más sencilla. Pensé que si no lo hacía, no sabía qué iba a pasar", explicó. El ex asistente afirmó que se mantuvo en silencio durante mucho tiempo, temiendo que su vida estuviera en peligro si hablaba de lo ocurrido. "Mi vida cambió y nunca me he recuperado realmente de ello", confesó Pines, quien aún lucha con el impacto emocional del suceso. Esta acusación se suma a otras demandas presentadas contra Combs, como la de Rodney "Lil Rod" Jones, quien lo acusó de acoso sexual, y la de la modelo Crystal McKinney, quien lo denunció por agresión sexual en 2003. Actualmente, Combs se encuentra en prisión preventiva en Nueva York, a la espera de juicio por cargos de tráfico sexual y crimen organizado, aunque ha negado todas las acusaciones en su contra.