CDMX.- Por lo general, las historias futuristas sobre robots e inteligencia artificial suelen mostrar los aspectos más extremos, violentos y escandalosos de esta tecnología, con consecuencias catastróficas. Pero pocas veces hablan de la humanidad de estos seres metálicos.
Y viendo Matabot (Murderbot), el thriller cómico de Apple TV+ que estrena el 16 de mayo, sabemos por qué: el androide protagonista (Alexander Skarsgård), una Unidad de Seguridad que logra autopiratearse para ser independiente, vive horrorizado con las emociones humanas.
Este SecUnit, como lo llama su tripulación, oculta constantemente su libre albedrío, le tiene miedo al contacto visual, es torpe socialmente y sufre de ansiedad. ¿Su única pasión en la vida? Maratonear telenovelas de ciencia ficción que almacena en su memoria. "Matabot, hasta el inicio de la serie, no ha experimentado más que abuso, negligencia e idiotez por parte de los humanos a los que debe proteger. También le preocupa mucho que ser humano sea contagioso; no quiere serlo, ve lo ingenua que es la gente y no quiere convertirse en eso", explica Chris Weitz, cocreador del show, en entrevista."Lo optimista es que este robot asesino tiene una personalidad. Es gracioso, sarcástico, mezquino y autocomplaciente. No sólo importan las visiones distópicas de Matrix o Blade Runner, sino también si el futuro será la muerte de nuestras personalidades. La serie trata sobre cómo una personalidad indestructible también puede ser extrañamente optimista", añade Paul Weitz, la otra mente detrás de la trama.
Basada en la serie de libros "The Murderbot Diaries", de Martha Wells, la primera temporada de Matabot toma la historia del primer texto de la saga, "All Systems Red", de 2017, para presentar al equipo de investigación de PreservationAux, conformado por Gurathin (David Dastmalchian), Mensah (Noma Dumezweni), Pin-Lee (Sabrina Wu), Arada (Tattiawna Jones), Ratthi (Akshay Khanna) y Bharadwaj (Tamara Podemski). SecUnit es la Unidad de Seguridad del equipo, pero casi de inmediato le confiesa a la audiencia que preferiría ver hasta morir The Rise and Fall of Sanctuary Moon, su melodrama favorito, antes que conectar con estos humanos a los que califica como "idiotas". "Quería que el personaje fuera muy diferente a lo que esperarías ver de alguien que se llama Matabot. Sé que es una serie de acción y ciencia ficción, y él es seguro, asertivo y duro, pero era muy importante encontrar un contraste entre la apariencia de Matabot y que, cuando finalmente lo conoces, resulta completamente diferente a ese tipo de héroe estereotipado", reconoce Skarsgård. SecUnit, si quisiera, podría liquidar en cuestión de segundos a estos seres insufribles, llorones y torpes, pero mientras más tiempo pasa con ellos y los cuida (por elección propia) en una peligrosa misión, más termina entendiéndolos y sintiendo empatía por ellos. "Todos los humanos sabemos que los seres humanos somos idiotas. Llegamos a este mundo, nacemos aquí y miramos a nuestro alrededor pensando: '¿qué demonios está pasando aquí?'. En la escuela, en la oficina, en la vida diaria. Pero es cuando esa idiotez se transforma en dolor e impotencia, cuando todo se pone más difícil en nuestra existencia", reflexiona Dumezweni. Y son justo las interacciones con Mensah, la nerviosa líder del grupo, y con Gurathin, un paranoico humano modificado, las que harán que Matabot rectifique su noción sobre los humanos. "Fue realmente interesante interpretar a un personaje tan inocente, aislado de cualquier tipo de interacción humana, salvo dar y recibir órdenes. La interacción humana da un poco de miedo y es intimidante. Abrirse y dejar entrar a alguien. En cierto modo, es más seguro mantener a la gente a distancia y no involucrarse, salvo si está específicamente relacionado con el trabajo. "Pero verán a lo largo de la serie que hay mucha belleza en abrirse y conectar con la gente. Verán cómo crece Matabot cuando conecta con su humanidad y realiza actos desinteresados, y empieza a preocuparse por Mensah y los demás miembros del equipo, y cómo todo eso lo enriquece", puntualiza Skarsgård, quien también es productor ejecutivo de la serie. El resultado es una serie que mezcla ciencia ficción con comedia negra; secuencias de acción prácticas con diatribas filosóficas, y violencia gráfica con un gran corazón. En especial, ofrece un mensaje positivo y necesario en tiempos en donde la tecnología da más miedo que confianza.