Chihuahua, Chih.- Con los escurrimientos actuales por diversos afluentes, la presa El Granero, la última del estado antes de que sus aguas desemboquen en el río Bravo, tardaría casi seis meses en llenarse si mantuviera recibiendo los 388 mil metros cúbicos por día que ingresan en la actualidad, debido a las lluvias recientes.

El embalse, destinado al riego agrícola y control de avenidas del río Conchos, está a un 66 por ciento de su capacidad, muy por debajo del nivel que tenía incluso antes de la temporada de lluvias o el de julio del año pasado, cuando superaba el 80 por ciento.

Igual que El Granero, las otras ocho presas más grandes del estado, no han alcanzado sus niveles de los años previos, pese a las precipitaciones casi generalizadas en la entidad, reportadas durante las últimas cuatro semanas.

La presa, cuya denominación oficial es Luis L. León, tiene una capacidad de 284.38 hectómetros cúbicos, y de acuerdo con cálculos de productores, está recibiendo por día 388 mil 800 metros cúbicos, por lo que para completar el 34 por ciento restante que faltaría para su llenado, le llevaría alrededor de 165 días, es decir cinco meses y medio.

La situación de El Granero no es la peor de los últimos años. A finales de julio del año 2022, con el ciclo de riego avanzado y en una temporada baja de lluvias, llegó a tener un 20 por ciento de su capacidad; en julio de 2023 alcanzó el 81 por ciento de almacenamiento, manteniéndose hasta el mes de mayo de este año. Su nivel comenzó a bajar con el inicio de las actividades agrícolas de este año y las lluvias registradas que han sido insuficientes para elevarlo.

La Boquilla, ubicada en el municipio de San Francisco de Conchos, es la presa más grande de la entidad, con una capacidad de 2 mil 846 hectómetros cúbicos. Su nivel ha ido bajando desde el comienzo de la temporada de riego y tampoco han sido suficientes las lluvias y escurrimientos, que recibe de la corriente del Conchos y todos sus afluentes, para alcanzar un nivel más alto.

El embalse del Lago Toronto reportaba en el mes de mayo de este año un 28 por ciento de su capacidad; a finales de julio de 2023 llegó a estar a la mitad con un 51 por ciento; y en el mismo periodo de 2022 también alcanzó niveles bajos del 20 por ciento conforme sus aguas eran utilizadas para el riego agrícola. Las lluvias recientes y los escurrimientos de zonas altas le han traído variaciones al alza muy ligeras.

Por otra parte, la presa Las Virgenes o Francisco I. Madero, ubicada en el municipio de Rosales en la corriente del río San Pedro, mantiene apenas un 16 por ciento de almacenamiento; su capacidad la convierte en la segunda más grande de la entidad, con 333.32 hectómetros cúbicos.

El embalse fue reportado ayer con un almacenamiento de apenas el 16 por ciento, cuando en el mes de mayo tenía un 27 por ciento, en julio del año pasado un 56 por ciento y en julio de 2022, en un año de sequía, con un 29 por ciento.en el noroeste de la entidad, la presa El Tintero, en la corriente del río Santa Clara, mantiene apenas un 11 por ciento de almacenamiento, de una capacidad total de 125.07 hectómetros cúbicos. La situación del embalse ha estado al margen en este año, pues en mayo tenía la misma proporción de agua contenida, pero en los dos años previos había tenido alrededor del 30 por ciento.

En la misma región del estado, pero en la corriente del río Santa Clara, la presa Las Lajas, con una capacidad de 83.27 hectómetros cúbicos, es la que menor cantidad de almacenamiento reporta actualmente, con apenas un tres por ciento de su capacidad. En mayo había sido reportada con un 12 por ciento, en julio del año pasado con un 42 por ciento y en el mismo mes de 2022 alcanzó un 24 por ciento.

Con un almacenamiento de apenas un 14 por ciento de sus 79.35 hectómetros cúbicos, la presa Abraham González, ubicada en el municipio de Guerrero, también reporta muy bajos niveles pese a las lluvias en la región. En mayo de este año tenía un 21 por ciento, pero en los meses de julio del año pasado y el antepasado, era reportada alrededor del 50 por ciento de su capacidad.

Por otra parte, las dos presas ubicadas dentro de la capital del estado, la Chihuahua y El Rejón, de 23.38 y 6.53 hectómetros cúbicos, respectivamente, tienen niveles superiores al a la mitad y tres cuartos, pero son embalses muy pequeños en comparación con las demás de la entidad. También han mostrado bajas en relación a los años pasados.

Finalmente, la presa Piedras Azules, ubicada en el Valle de Allende en la vertiente del río Parral, ha mantenido estable su nivel alrededor del 70 por ciento, salvo en 2022 que llegó a bajar a la mitad de su capacidad, pero también es un embalse menor en comparación con las más grandes de la entidad, pues apenas puede captar 8.71 hectómetros cúbicos.