Nuevo Casas Grandes.- “En 11 años que tengo trabajando en Bomberos nunca me había pasado algo así… el Jefe (Dios) me cuidó y yo creo que todavía me quiere para rato”, narró el Teniente del Departamento de Bomberos y Protección Civil, Jorge Chío Portillo, quien la mañana de ayer se convirtió en héroe, al rescatar aún a costa de su propia vida, a un hombre que intentaba suicidarse.
Chío Portillo acudió de manera rutinaria a atender un reporte del 911, la mañana de ayer en la avenida Álvaro Obregón y calle Del Prado, a unas cuadras del cuartel de Bomberos, donde al llegar se enteraron que se trataba de un hombre en la azotea que amenazaba con arrojarse al suelo desde lo alto.
Sin pensarlo, el Teniente dispuso la escalera y subió al techo mostrando sus manos, asegurándose que el hombre supiera que el bombero estaba ahí para escucharlo y que no representaba amenaza alguna, pues el presunto, identificado como Carlos Adrián L.S. de 35 años, llevaba consigo una navaja.
Durante el diálogo, Chío Portillo logró que el hombre arrojara la navaja a otro techo y fue ahí donde mostró más confianza y se sentó en el filo de un techo de teja de dos aguas, invitando al hombre a acercarse y desistir de sus intenciones.“Todo parecía más controlado, nosotros habíamos sido los primeros respondientes pero para ese momento ya estaban abajo los elementos de la Fiscalía y los de Seguridad Pública del Estado, así como los paramédicos, así que pensé que el hombre terminaría relajándose”, indicó el elemento de Bomberos.
Sin embargo, el hombre se le avanzó al Teniente y lo roció con gas pimienta, además de tratar de derribarlo hacia abajo, por lo que como pudo, Chío Portillo comenzó a forcejear con él hasta que lo tuvo sometido, pese al ardor en la piel de su cara y sus ojos por el efecto del gas pimienta.
Aunque compañeros suyos subieron a apoyarlo, el mismo Teniente de Bomberos se encargó de bajar por la escalera al agresor, pese a ser un hombre voluminoso.Ya en el suelo, Chío Portillo fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja para mitigar los efectos del gas pimienta, mientras el hombre era entregado a los elementos de la SSPE, que lo arrestaron bajo el cargo de violencia familiar.
El presunto, al parecer tenía un día anterior ingiriendo bebidas embriagantes y se le veía muy alterado, por lo que minutos antes había protagonizado una trifulca en su casa, donde agredió a us padre y de ahí subió al techo de su casa, para estar brincando hacia las demás azoteas, razón por la que se dio la llamadas 911.
Jorge Chío, de la música a la función pública.. y a héroe
En el inicio de su juventud, Jorge Chío Portillo se integró con sus amigos al grupo “Los Changos”, que gozaron de fama en Nuevo Casas Grandes y la región por cerca de 11 años, tocando en fiestas privadas pero también alcanzando contratos en grandes eventos, como los que organizan las presidencias municipales en festejos populares.
Tras 11 años de derrochar talento, Chío Portillo comenzó a emplearse en el Gobierno Municipal de Nuevo Casas Grandes, donde se la pasó en diversos departamentos, como Comunicación Social, Biblioteca y la Dirección de Cultura, donde aprovechando su experiencia al micrófono y los escenarios, destacaba su talento y su sentido del humor para ser jefe de ceremonias en los eventos.
Luego de pasar de Administración en Administración y tomar un receso, Chío Portillo jamás pensó que de la música y el trabajo de oficina pasaría a la acción, en donde en cada servicio, los elementos de Bomberos arriesgan la vida.
Con arduas jornadas de 12 horas, serias responsabilidades donde destaca la disciplina para la preservación de la vida propia, de sus compañeros y de los demás, de continuos entrenamientos y capacitaciones, la vida de Jorge Chío Portillo cambió hasta convertirse en Comandante de una cuadrilla de Bomberos.
Pasando otros 11 años de servicio, ayer Chío Portillo se enfrentó a lo que parecía un caso rutinario, pero que en un segundo pudo costarle la vida al enfrentar solo en un tejado, a un hombre trastornado en esos momentos, con intenciones suicidas, armado con una navaja y del que no se sabía lo que pasaba por su mente, pues acababa de atacar su propio padre.
Finalmente la experiencia, y su pasión por el trabajo, le valieron a Chío Portillo para salir avante de este crucial momento, donde sometió al hombre y lo entregó sano y salvo a las autoridades.
“Cuando tiró su navaja hacia otro techo pude acercarme más a él para finalmente controlarlo, ya cuando estaba esposado y los paramédicos lo estaban atendiendo porque sí se había herido en una mano, me dijeron que entre sus ropas le encontraron otro cuchillo… ¡Dios es grande!”, concluyó el Teniente del Departamento de Bomberos de Nuevo Casas Grandes, Jorge Chío Portillo.