Durante septiembre se realizarán bombardeos de nubes en diferentes regiones de Chihuahua con el propósito de inducir más lluvias y asegurar el ciclo agrícola del próximo año, informó el secretario de Desarrollo Rural, Mauro Parada Muñoz. Explicó que ya se llevaron a cabo vuelos previos como parte de esta estrategia, principalmente en la cuenca alta de Bocoyna, en la región de Creel hacia el este, donde se busca incrementar la captación de agua en presas y mantos acuíferos, fundamentales para la producción agrícola en el estado.
El funcionario señaló que septiembre es un mes clave porque la temporada de lluvias aún ofrece un margen de alrededor de 30 días, con posibilidades incluso en los primeros de octubre. En ese lapso se espera que las condiciones permitan mejorar el almacenamiento, lo que impactará directamente en la capacidad de los productores para garantizar su próximo ciclo agrícola. “Sí, ya hemos realizado un par de vuelos precisamente para fomentar esto. Nos quedan todavía unos 30 días de temporada de lluvias que esperemos nos sean beneficiosas para el estado”, expresó.
Respecto a la situación actual de las presas, Parada Muñoz indicó que la mayoría ya registra volúmenes que permitirían un ciclo agrícola, aunque de manera restringida, con la posibilidad de otorgar riegos de auxilio para huertas y unidades de producción. En el caso de La Boquilla, se encuentra en 25 por ciento de su capacidad y Las Vírgenes en 50 por ciento. Para garantizar un ciclo restringido en el distrito 05 de la zona centro-sur, La Boquilla debe llegar al menos a un 35 por ciento, por lo que el comportamiento de las lluvias en las próximas semanas será determinante para los agricultores de esa región.
En lo que respecta a los distritos que dependen de Las Vírgenes y El Granero, el secretario explicó que sí tendrían condiciones para un ciclo agrícola restringido, mientras que en el distrito 090 de Ojinaga el ciclo está garantizado gracias a los niveles de almacenamiento que presenta El Granero. Subrayó que para el caso de la zona centro-sur, Las Vírgenes tendría que alcanzar entre 80 y 100 por ciento de su capacidad y La Boquilla un 35 por ciento, a fin de asegurar un ciclo de riego, aunque sea limitado, que permita sostener la producción durante el próximo año agrícola.
El titular de Desarrollo Rural insistió en que el éxito de la estrategia dependerá del aprovechamiento de las lluvias que aún pueden presentarse en septiembre y principios de octubre. Recordó que en la medida en que las presas logren captar mayor volumen, los productores podrán enfrentar con mejores condiciones el 2026, pues el futuro inmediato del campo en Chihuahua está ligado a lo que ocurra en las siguientes semanas con la captación de agua.
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