Chihuahua, Chih.- Las autoridades sanitarias han confirmado 22 casos de rickettsiosis en lo que va del año, con un lamentable saldo de nueve muertes. El Dr. Moisés Ramírez López, infectólogo pediatra, alerta que estas cifras podrían incrementarse con la llegada de la temporada de calor, cuando las garrapatas -principales transmisoras de la bacteria- entran en su periodo de mayor actividad reproductiva.
Los municipios más afectados muestran un patrón preocupante: Ciudad Juárez registra 10 casos con 4 defunciones, mientras que Chihuahua capital reporta 9 contagios y 5 muertes. Meoqui completa el cuadro con 3 casos confirmados. Las estadísticas revelan que los menores de edad son particularmente vulnerables a esta enfermedad.
El grupo de 5 a 14 años concentra el mayor número de afectados, con 12 contagios y 4 fallecimientos. Los adultos de 25 a 44 años presentan 4 casos y 2 muertes, mientras que los jóvenes de 15 a 24 años suman 3 contagios y 2 decesos. También se registró una víctima mortal en el grupo de 45 a 64 años.
El Dr. Ramírez López explica que la rickettsiosis comienza con síntomas engañosamente comunes: fiebre alta, dolor de cabeza intenso, malestar general y dolor abdominal. "Estos signos iniciales hacen que muchos pacientes y médicos piensen primero en gripe o dengue", señala el especialista. Sin embargo, la aparición de un exantema característico (erupción cutánea) y petequias (pequeñas manchas hemorrágicas) deberían encender todas las alarmas.
El tratamiento oportuno marca la diferencia entre la vida y la muerte. La doxiciclina, administrada por vía oral en los primeros cinco días de síntomas, puede reducir casi a cero el riesgo de mortalidad. "Pero si el diagnóstico se retrasa, las probabilidades de sobrevivir disminuyen drásticamente", advierte el infectólogo. En casos avanzados, la bacteria causa daño vascular severo que puede derivar en necrosis de extremidades y falla orgánica múltiple.
Un problema adicional es la escasez nacional de doxiciclina intravenosa, crucial para tratar los casos más graves. "Cuando un paciente llega en fase de sepsis, la versión oral ya no es suficiente, y las alternativas intravenosas son limitadas", explica Ramírez López. Esta situación complica el manejo hospitalario de los casos críticos.
Aunque las cifras actuales representan una reducción del 29% respecto al mismo periodo de 2024 (cuando se registraron 31 casos y 15 muertes), los especialistas insisten en no bajar la guardia. Las medidas preventivas incluyen el control de garrapatas en el entorno doméstico, el cuidado antiparasitario de mascotas y la revisión corporal después de actividades al aire libre.
"La clave está en la sospecha clínica temprana", enfatiza el Dr. Ramírez López. Recomienda que los médicos pregunten sistemáticamente sobre posible contacto con garrapatas a cualquier paciente con fiebre en zonas endémicas. Para la población, el mensaje es claro: ante síntomas persistentes y antecedente de picadura, buscar atención médica inmediata podría salvar vidas.
icarrillo@diarioch.com.mx