Ciudad Juárez.- Este domingo iniciaron los servicios fúnebres del pastor Mauro Cabañas, que fue asesinado el pasado 7 de noviembre dentro de un centro de rehabilitación ubicado en la colonia Kilómetro 29.
La despedida se realiza en la iglesia cristiana y comedor infantil “Entrada Triunfal”, donde la comunidad de la zona se reunió para honrar su labor pastoral y el trabajo que desarrollaba con personas en situación de adicciones.
Melvin Sánchez Olivares, asistente del pastor, expresó que la muerte del líder religioso fue para la congregación la confirmación de la misión que él siempre sostuvo, que fue la salvación de las almas.
Señaló que el centro fue abierto con ese propósito y que, incluso frente al crimen del que fue víctima, la Iglesia mantiene un mensaje de perdón.
“Este lugar para eso se abrió, para que las almas que están allá afuera en los vicios, en las drogas, se salvaran, que pudieran conocer a Dios. Él pudiera haber dicho que perdonaba al asesino, y nosotros también, como Iglesia, lo perdonamos. Él murió, sí, pero dejó un legado”, afirmó en su mensaje.
Durante el velorio, su hija Isabel Cabañas recordó a su padre como un hombre firme en su fe y sin temor para enfrentar las consecuencias de su vocación.
Dijo que se entregó al ministerio durante los últimos siete años y que su servicio a los demás fue para él la expresión más clara de la misión que creía haber recibido.
“Lo primero y lo único que puedo decir de mi papá es que no le tuvo miedo a nada, ni siquiera miedo a perder su vida”, manifestó. “Él quería cumplir el propósito que Dios puso en su vida, y terminó haciendo lo que era su sentir”.
“Como familia estamos contentos porque terminó sus últimos años sirviéndole al Señor, tenemos gozo y paz en nuestras vidas”, externó.
El pastor, que cumpliría 61 años en enero, deja tres hijos, dos mujeres, de 38 y 40 años, y un varón de 28, además de su esposa.
Lamentan el actuar de la SSPM
Aunque la familia expresó que perdonan al presunto homicida, también lamentaron el actuar de las autoridades municipales en el momento de los hechos.
“Sí fue una negligencia de la Policía. La justicia se la dejamos a Dios, pero pienso que la Policía Municipal no hizo lo que tenía que hacer”, declaró Cabañas.
La comunidad religiosa continuará con los servicios, dijo Sánchez Olivares.
jolmos@redaccion.diario.com.mx

