Hasta hace pocas semanas, la abundancia de lluvias: el reverdecimiento de la vegetación en el Centro-sur y en el Centro del estado; el mismo espectáculo de la cascada de Basaseachi reventando su cauce y dividiéndose en dos caídas torrenciales… todo eso y más hacían pensar en que era inminente y seguro el pago de la deuda de agua hacia Estados Unidos. Sin embargo, las lluvias ya cesaron, y el pronóstico oficial lo dice: sin precipitaciones importantes para una temporada que, para efectos prácticos, ya terminó.
Pero, ¿y las presas del estado? Sabido es que la Francisco I. Madero (Las Vírgenes) estaba el 3 de este mes, con un almacenamiento del 70.62% de su capacidad. Este nivel representó una mejora significativa y un aumento en el último día. Sí, pero ¿y La Boquilla? ¿La principal presa de Chihuahua y la mayor productora del agua para exportación? Para el mismo 3 de octubre, tenía un almacenamiento del 37.94% de su capacidad, un incremento. Este nivel de agua es relativo, ya que en los últimos años este vaso de almacenamiento ha estado en niveles críticos, al punto de no haber podido sustentar un ciclo agrícola completo en 2025. Al grado de que muchos agricultores se vieron en la necesidad de abrir pozos de agua profunda.
Chihuahua es el estado que más aporta al Tratado de Aguas con EU y su río Conchos es el afluente que mayor cantidad de líquido brinda, con el 78% de los escurrimientos al río Bravo. En el ciclo 35 del Tratado Internacional con Estados Unidos, la entidad ha entregado con el río Conchos 848,015 millones de metros cúbicos, que corresponden al 45.54% de los 1,862.038 totales, en cifras de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) Sección Mexicana.
¿El tamaño de la deuda?
México deberá entregar entre 400 y 518 millones de metros cúbicos de agua en el período comprendido entre el 29 de abril y el 24 octubre de 2025, para resolver el agrio diferendo que se ha producido al nivel más alto de las dos naciones.
A pesar del panorama gris, hay quien piensa que sí podrán cumplir con el pago de esos cientos de millones de metros cúbicos. A 20 días de que venza el plazo quinquenal, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas sí aportarán el recurso.
INMINENTE, EL INCUMPLIMIENTO
¿Es posible el pago?
Pero ¿de dónde, en la vida real, saldrán esos prometidos 400 a 518 millones de metros cúbicos? Teóricamente, serán suministrados por los siguientes cuerpos de agua:
río Conchos, 21.4 metros cúbicos por segundo; río San Rodrigo (Piedras Negras, Coahuila), .02 metros cúbicos por segundo; Arroyo Las Vacas (Coahuila y Tamaulipas), .03 metros cúbicos por segundo; río Escondido, .05 metros cúbicos por segundo; río San Diego (Coahuila), .62 metros cúbicos por segundo y río Salado (Tamaulipas), 1.32 metros cúbicos por segundo.
El Gobierno de Donald Trump citó el Tratado de Aguas de 1944 entre ambas naciones para argumentar legalmente el reclamo de que el país del sur cumpla con la entrega de agua en el río Bravo. De hecho, esta prometida dotación de agua de México a EU, es considerada como una obligada retribución por el líquido que el vecino del norte le otorga del caudal del río Colorado y que es entregado al Valle de Mexicali, en Baja California.
Repito: ¿es posible el pago?
Rosario Sánchez, directora del Foro Permanente de Aguas Binacionales, explicó que, para cumplir con el acuerdo, normalmente México dispone de las reservas de agua de Chihuahua, pero ahora no tienen el volumen suficiente para cubrir esta deuda sin comprometer el uso nacional del líquido (es decir, el riego local y el suministro a las ciudades para sus diversos usos, incluido el consumo humano).
Sánchez es IP del programa de la Ley de Evaluación de Acuíferos Transfronterizos para el estado de Texas y lidera el equipo de investigación de aguas subterráneas transfronterizas. Tiene 25 años de experiencia académica y laboral en temas transfronterizos entre México y los Estados Unidos.
La científica ha señalado que el Tratado de Aguas de 1944 entre México y Estados Unidos ya no se ajusta a la realidad actual debido a la grave sequía, el cambio climático y el aumento de la demanda de agua en ambos lados de la frontera. En varias ocasiones durante 2025, ha advertido sobre el incumplimiento de México en su deuda de agua y ha enfatizado la necesidad de una renegociación del acuerdo.
EL TRATADO ES OBSOLETO
Puntos clave de la opinión de Rosario Sánchez:
Tratado obsoleto: Sánchez sostiene que, aunque el acuerdo de 1944 fue un referente en su momento, hoy en día es ineficiente para gestionar el reparto equitativo del agua transfronteriza.
Sequía severa: Destaca que las condiciones de sequía en la cuenca del Río Grande hacen casi imposible que México cumpla con sus compromisos sin un evento climático extraordinario, como un huracán.
Aumento de la demanda: Advierte que el crecimiento poblacional e industrial en las ciudades fronterizas ha incrementado la presión sobre los recursos hídricos, volviendo el acuerdo aún más insostenible.
Riesgo de conflicto: Ha expresado que la disputa por el agua podría afectar otras áreas de la relación bilateral, como los aranceles, complicando las negociaciones.
Necesidad de un nuevo modelo: Propone que ambos países deben reconocer los límites del tratado actual y negociar un nuevo acuerdo que considere las condiciones climáticas y los escenarios futuros.
Papel de la ciencia: Subraya la importancia de basar la gestión del agua en datos científicos y en la cooperación, en lugar de en posturas unilaterales.
Contexto de la deuda en 2025
En el ciclo de cinco años que finaliza en este mes, México no va a cumplir con sus obligaciones de entrega de agua, lo que generará tensiones diplomáticas y económicas con Estados Unidos.
Autoridades en Texas expresaron su preocupación por el impacto de la falta de agua en sus agricultores, mientras que funcionarios mexicanos, incluida la presidenta Claudia Sheinbaum, aseguraron estar atendiendo el problema.
En septiembre de 2025, el Gobierno de México anunció que recurriría al agua de presas de estados como Chihuahua para cumplir con la deuda.
La situación fue analizada en el episodio del podcast de BBC News "The Inquiry" de septiembre de 2025, en el que participó Sánchez junto a otros expertos.
Y sólo para aportar contexto, en el ciclo de cinco años que finaliza en octubre de 2025, ¿cuánta agua ha aportado México a su deuda con Estados Unidos?
El tratado establece que Estados Unidos debe entregar a México un volumen anual de 1.850 millones de metros cúbicos de agua del río Colorado. Esta entrega es realizada a través de una estación ubicada cerca de Yuma, Arizona, con destino al estado mexicano de Baja California.
Por su parte, México se compromete a entregar a Estados Unidos un total de 2.185 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo (Río Grande) cada cinco años. México sólo ha entregado poco más de 600 millones de metros cúbicos de esos 2,185 millones comprometidos con Estados Unidos en el actual ciclo de 5 años.
¿Opciones?
Rosario Sánchez afirmó que el único camino ahora es la renegociación de las aportaciones basadas en la disponibilidad real de agua en la cuenca.
En noviembre de 2024 la CILA determinó que, en caso de reportar escasez de agua en las presas internacionales, la cuota restante requeriría la extracción de volúmenes significativos de presas de usos internos, como El Cuchillo, en Nuevo León, que actualmente está a 78 por ciento de su capacidad, o Marte R. Gómez, en Tamaulipas, con más de 80 por ciento de llenado.
El presidente del Consejo Estatal Agropecuario de Tamaulipas, Jorge Luis López Martínez, denunció en agosto que la entrega de agua a Estados Unidos desde las presas internacionales La Amistad y Falcón no está contemplada en el Tratado de Aguas de 1944, por lo que “es ilegal”.
Pero tampoco son la solución. “No tienen suficiente agua, ni siquiera para satisfacer la demanda local de las comunidades fronterizas de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Necesitarían toda la presa o dos presas más o menos para subsanar el tamaño de la deuda”, opinó Sánchez.