Nueva York.- El presidente Biden ha intensificado sus esfuerzos para proteger a las industrias estadounidenses de la competencia extranjera en un año electoral, ya que está cortejando a los trabajadores e intentando evitar ser superado en cuanto al comercio por su rival republicano, el ex presidente Donald J. Trump.
Las medidas han tensionado las relaciones de Biden con aliados y rivales internacionales, provocando acusaciones de proteccionismo de diplomáticos y algunos economistas, incluyendo funcionarios chinos de alto rango durante el reciente viaje que hizo la secretaria del Tesoro Janet L. Yellen a China.
Sin embargo, las medidas han sido aclamadas por los sindicatos laborales, grupos ambientales y otros miembros clave de la base de apoyo política de Biden, particularmente estados importantes de la zona industrial norte-centro.
Recientemente, Biden y su administración dieron indicios de que se están preparando nuevas tarifas y otras medidas para bloquear vehículos eléctricos baratos y otras importaciones de energía limpia de China.
Esos esfuerzos, junto con los nuevos límites a la inversión estadounidense en China, restricciones en las exportaciones de tecnología avanzada y subsidios para la industria de semiconductores estadounidenses, generó importantes tensiones durante la visita de Yellen.
Horas después que concluyera su conferencia de prensa en Pekín, la administración Biden anunció que proporcionaría hasta 6.6 billones de dólares de subsidios a la Empresa de Manufactura de Semiconductores de Taiwán, el fabricante líder de los microchips más avanzados, con el fin de traer alguna de la tecnología de semiconductores más innovadores a Estados Unidos.
La administración ha estado otorgando billones de dólares a empresas de semiconductores para reducir su dependencia de China para obtener los microchips cruciales.
El presidente también anunció su oposición a que la fabricante de acero japonesa Nippon Steel adquiera la icónica manufacturera doméstica US Steel.
Su postura está generando una riña económica con un aliado crucial y es probable que eso sea discutido cuando el primer ministro japonés Fumio Kishida visite la Casa Blanca en esta semana.