Nueva York.- El presidente Biden presentó un caso populista para la reelección durante su recorrido en Pennsylvania durante tres días de la semana pasada, dando a conocer sus planes sobre las tarifas e impuestos y buscando afianzar sus seguidores de la clase trabajadora de su natal Scranton.

Aunque también utilizó el viaje para contar la historia acerca del ex presidente Donald Trump, mostrándolo como una creatura de un enrarecido lugar como Mar-a-Lago y peón de los billonarios que lo frecuentan.

“Él aprendió que la mejor manera de enriquecerse es recibir una herencia y que decirle a la gente “estás despedido” era algo para reírse”.

Hace 12 años, los demócratas, incluyendo al entonces vicepresidente Biden, ridiculizaron implacablemente a otro republicano acaudalado y dijeron que era elitista:  Mitt Romney, quien en ese momento era gobernador de Massachusetts y director general de Bain Capital que ganó la nominación presidencial republicana durante un estallido de enojo por el exceso de Wall Street.

Los demócratas se burlaron de su riqueza y arremetieron contra él por sus puntos de vista sobre el libre mercado en el rescate de la industria automotriz y la crisis de embargos.

Esos ataques se estancaron y Barack Obama derrotó a Romney y logró la reelección como presidente.

The New York Times | El expresidente Donald Trump habla con frecuencia de su riqueza, pero ha sido capaz de convencer a los votantes que conforman su base de que los consigue

Ahora, en el 2024, Biden está tratando de comparar a Donald Trump con Romney, ya que intenta desgastar los reclamos populistas del ex presidente.

Aunque tal vez no será fácil, ya que Trump presume frecuentemente de su riqueza, pasa la mayor parte de su tiempo libre en diversiones caras como el golf y vive en Mar-a-Lago, la opulenta propiedad que posee e incluye un club privado.

“Trump ha hecho una conexión cultural con la gente trabajadora que lo ha beneficiado”, comentó David Axelrod, demócrata y estratega de alto rango de las dos campañas presidenciales de Obama.

Aunque la campaña de Biden también está evocando un segundo elemento menos recordado en los ataques a Romney, que intentaron contrastar a Obama de Romney y mostrar a este último como mal preparado para manejar una frágil economía, mientras trata de atraer a las personas comunes.

Durante su campaña, Biden ha tratado de vincular la biografía de Trump directamente con temas de política, atacando en repetidas ocasiones al ex presidente por sus recortes fiscales del 2017, que beneficiaron a los acaudalados.