Chicago, Estados Unidos.- La candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca, la actual Vicepresidenta Kamala Harris, buscará capitalizar el renovado entusiasmo a su favor durante la Convención Nacional Demócrata en Chicago, intentando un difícil equilibrio entre atraer a la base demócrata pero sin alejar a votantes indecisos.
Luego de la histórica renuncia en julio del Presidente Joe Biden a la candidatura demócrata tras un desastroso debate ante su rival republicano Donald Trump, diversas encuestas han mostrado una explosión de entusiasmo por votar en noviembre luego de que Harris consolidara apoyos para convertirse en candidata.
"(Los demócratas) habían estado detrás de los republicanos en entusiasmo durante todo el año y este aumento coloca a ambos partidos con un entusiasmo casi idéntico de cara a la Convención", dijo a Grupo REFORMA el profesor Charles Franklin, el director de la encuesta de la Escuela de Derecho de la Universidad de Marquette. De acuerdo con la encuesta publicada a principios de agosto, el entusiasmo de los votantes demócratas por votar en noviembre pasó de 34 por ciento en mayo con Biden como candidato a 55 por ciento en julio con Harris ya como aspirante.Abogada de 59 años que construyó su carrera política nacional como Fiscal General de California, el entusiasmo a favor de la Harris se ve reflejado también en la intención de voto en diversas encuestas como la de la Universidad Marquette que refleja un 52 por ciento a favor de la demócrata respecto al 48 por ciento de Trump.
Con un elenco que incluye discursos de las estrellas del partido como los ex Presidentes Barack Obama y Bill Clinton, la Convención Nacional Demócrata busca prolongar el entusiasmo y abrir avenidas al triunfo en estados que hasta hace un mes eran considerados sólidamente a favor de Trump como Carolina del Norte. "No había sentido este nivel de entusiasmo... La gente estaba preocupada por la edad tanto del Presidente Biden como de Donald Trump y ahora no es un tema que afecta a la Vicepresidenta", dijo el Gobernador de Carolina del Norte Roy Cooper a The New York Times sobre la renovada oportunidad demócrata en ese estado. Desde 1980 hasta hoy, el Partido Republicano ha logrado la victoria en todas las elecciones presidenciales en Carolina del Norte, una racha que únicamente fue interrumpida en 2008 con la victoria de Barack Obama, lo que hace soñar a muchos demócratas en que Harris pudiera reagrupar a la coalición de votantes de ese año.***
Ante más de 23 mil asistentes que se reunirán en el United Center de Chicago, la Convención Nacional Demócrata abre mañana lunes con un discurso del propio Presidente Biden, quien, a sus 81 años, había visto una sangría de apoyos entre algunos grupos clave, incluyendo los latinos, los jóvenes y los independientes.
Según la más reciente encuesta de finales de julio de la Universidad de Massachusetts en Amherst, la llegada de Harris al frente de la fórmula demócrata provocó un crecimiento de 13 puntos entre los votantes latinos, de 14 puntos entre los votantes jóvenes y de 17 puntos entre los votantes independientes, que pudieran ser determinantes para ganar estados en disputa. "Es mucho más probable que las personas (en EU) expresen ahora sentimientos positivos de esperanza, felicidad y orgullo ante la perspectiva de una victoria de Harris que ante una victoria de Biden", dice a Grupo REFORMA, Jesse Rhodes, politólogo de la Universidad de Massachusetts en Amherst que condujo el sondeo. "Ciertos grupos dentro de la coalición del Partido Demócrata están especialmente entusiasmados: los votantes más jóvenes en relación, los votantes de color, es decir, los afroamericanos, los latinoamericanos y los de origen asiático-americanos", señala Rhodes. Todo esto en un contexto en que los votantes ven a la economía y la inmigración como sus principales preocupaciones, a pesar de que la economía crece por encima de las expectativas 2.8 por ciento en el segundo trimestre y con los números de cruces de migración indocumentada registrando en julio niveles mensuales bajos. Compuesta por 4 mil 698 delegados y superdelegados, la Convención Nacional Demócrata ya oficializó en una votación virtual a inicios de agosto la candidatura de Harris y de su compañero de fórmula, el Gobernador de Minnesota Tim Walz, y sólo queda que en Chicago la actual Vicepresidenta juramente de manera ceremonial. Nacida en 1964 justo tras la generación de la Segunda Posguerra, Harris será la primera mujer afroamericana en contender por la Casa Blanca como abanderada de uno de los partidos políticos principales en EU además de también será la primera ocasión que una mujer de ascendencia asiática compita por la Presidencia.***
Con un costo estimado en los 160 millones de dólares y ubicada geográficamente cerca de los estados claves de Wisconsin y Michigan, la llegada de la Convención Nacional Demócrata a Chicago para nominar a Harris será la primera en esa ciudad desde que en 1996 el mismo partido nominara Bill Clinton a su reelección.
En la arena deportiva que funge como casa de los Toros de Chicago en basquetbol y de los Blackhawks de Chicago en hockey, Harris pronunciará el jueves un discurso que, según algunos, intentará ser una presentación tanto a la base demócrata pero, más importante, para votantes indecisos que buscan claves de su pensamiento. "Muchos no tienen una opinión clara de ella, por lo que el objetivo más importante será un discurso que sea a la vez una introducción y que exponga los temas de campaña. Creo que es importante llegar a votantes que no les gusta Trump, pero que no son demócratas sólidos", indica el profesor Franklin de la Universidad Marquette. Para los observadores, el mensaje de temas positivos en el discurso de Harris también estará acompañado de ataques a posiciones de Trump, pintándolo como extremista ante sus ligas a plataformas de grupos ultra-conservadores como el "Proyecto 2025". "Yo espero que Harris vaya a adoptar un tono que combinará ataques contundentes contra la agenda extremista de Trump y los republicanos con mensajes positivos que promocionen los logros y los planes de política de los demócratas, así como matices unificadores", menciona el profesor Panagopoulos de la Universidad Northeastern. En la arena del United Center, la agenda contempla discursos del ex Presidente Barack Obama el martes, así como la del ex Presidente Bill Clinton el miércoles, dos figuras del partido que apelan a diversas audiencias; el candidato a Vicepresidente Tim Walz, también hará su presentación en horario estelar el miércoles por la noche.***
El principal reto que enfrenta la Convención Nacional Demócrata son las protestas que se esperan ocurran alrededor del United Center en Chicago por parte de activistas en contra del apoyo de la Administración Biden a Israel en su guerra contra el grupo terrorista Hamas, un tema que divide al propio partido.
De acuerdo con organizadores, entre 20 mil y 30 mil personas podrían llegar a Chicago para participar en manifestaciones que ocurrirán tanto el día lunes como el día viernes en un circuito habilitado por la ciudad de Chicago que, según los organizadores, será muy pequeño para el total de grupos pro-Palestina que acudirán. "Vamos a estar en las calles gritando y protestando fuerte y demandaremos una Palestina libre al tiempo que Kamala Harris da su discurso de aceptación", dice Hatem Abudayyeh, presidente de la Red Comunitaria EU-Palestina y quien encabeza la Coalición para Marchar contra la convención en Chicago. Para los analistas, es clave el manejo de las protestas por parte de la Policía local para evitar imágenes de represión policial como la ocurrida durante la Convención Demócrata de 1968, cuando grupos en contra de la Guerra de Vietnam fueron reprimidos violentamente y que provocó un alejamiento de votantes moderados. Al interior de la Convención, un puñado de delegados electos podría también protestar como parte del Movimiento No Comprometido surgido en estados de alta población musulmana como Michigan donde el descontento ante la política de Biden de apoyo a Israel es considerado suficiente para no votar por los demócratas. Tras la Convención Demócrata, los ojos de la política estadounidense estarán puestos en el primer debate entre Harris y Trump, programado para el 10 de septiembre, con lo que iniciaría los últimos dos meses de campaña antes de las elecciones presidenciales del martes 5 de noviembre.