Washington DC, Estados Unidos.- Las promesas electorales del Presidente electo Donald Trump para limitar el acceso de personas transgénero a programas de salud, a las Fuerzas Armadas y a los deportes ha despertado el temor entre la comunidad LGBTI+ en Estados Unidos.
Con 222 millones de dólares invertidos en anuncios anti-transgénero en la campaña, según la agencia AdImpact, la presión de su base republicana para que Trump tome acción promete polarizar aún más la relación con estados gobernados por el Partido Demócrata.
"No se trató sólo de una campaña publicitaria antitransgénero sino de intentar vincular el tema con condiciones económicas más amplias: el alto coste de la vida, la inflación", dice a Grupo REFORMA Andrew Proctor, profesor de ciencia política en la Universidad de Chicago. "(Los anuncios de los republicanos y Trump) decían algo así como: 'A los demócratas les preocupa más este tema (de los derechos de las personas transgénero) que la economía. Independientemente de si era cierto o no", añade el profesor Proctor sobre el tema.Organizaciones a favor de los derechos de las personas transgénero han prometido utilizar todo tipo de movilizaciones -desde jurídicas hasta de protestas pacífica- contra las restricciones de Trump, algunas de las cuáles tienen su antecedente en su primer mandato.
Según un análisis del Williams Institute de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) basado en datos oficiales, las personas mayores a 13 años en EU que se identificaban en 2022 como transgénero sumaban 1.6 millones, un 0.48 por ciento de la población total del País.Prohibición en el Ejército
Uno de los rubros donde analistas consideran que la Administración Trump tomará acción relativamente pronto en 2025 es volver a reinstaurar una prohibición ya implementada durante su primer mandato para que las personas transgénero pudieran prestar servicio en las tropas militares estadounidenses.
De acuerdo con cálculos hechos en 2018 por el Centro de Investigación RAND, un 6.1 por ciento de los individuos que prestan servicio en las Fuerzas Armadas de EU se identifican como miembros de la comunidad LGBTI+ lo que significaría en números absolutos alrededor de unas 80 mil personas. Aunque el equipo de transición no lo confirmó, el diario británico The Times citó fuentes anónimas para asegurar que Trump firmaría un decreto el primer día de su Administración para expulsar a unos 15 mil individuos transgénero sirviendo en las Fuerzas Armadas utilizando supuestas argumentaciones médicas. De acuerdo con organizaciones que defienden derechos de la personas transgénero, como la Modern Military Association, la reinstauración de la prohibición -instrumentada por Trump en 2018 y abolida por el Presidente Joe Biden en 2021- afectaría a las distintas ramas en un momento de bajo reclutamiento. Pero para los activistas LGBTI+, las amenazas con la llegada de Trump van más allá pues apenas en noviembre, su nominado a Secretario de Defensa de Trump, el ex presentador de la cadena Fox News Pete Hegseth, habló en contra de que mujeres, homosexuales y personas transgénero participen en combate. "Los hombres negros, hispanos y otros pueden desempeñarse tan bien como los hombres blancos en cualquier función... Pero ahora vamos más allá de los límites y muchos otros niveles porque hombres y las mujeres son diferentes, porque ser transgénero en el Ejército causa complicaciones y diferencias", dijo Hegseth en una entrevista reciente. Remitiendo a teorías no probadas, Hegseth aseguró que las personas transgénero no pueden ser desplegadas en operaciones militares dado que dependen de "productos químicos" y aseguró que las políticas para incluir a homosexuales y personas transgénero en el Ejército es una "agenda marxista". "Los comentarios de Hegseth demuestran una enorme falta de respeto hacia los miembros del Ejército que son homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero, mujeres y cualquier persona que no encaje en su propia y estrecha ideología", responde Brandon Wolf, el vocero de la Human Rights Campaign (HRC, en inglés), la organización más grande en EU en defensa de los derechos de la comunidad LGBTI. Con su nominación en riesgo ante denuncias en su contra por ataques sexuales, Hegseth dio un giro de 180 grados admitiendo ahora que homosexuales presten servicio en el Ejército así como también asegurando a Senadores que permitiría a mujeres en combate, pero sin hablar sobre personas transgénero. Sin embargo los activistas de la Modern Military Association están haciendo ya exhortos a las personas transgénero dentro de las Fuerzas Armadas a hacer planes tanto financieros, legales y médicos ante lo que consideran es la inminente reinstauración de la prohibición para trabajar ahí. "El despido inmediato de su trabajo puede generarle dificultades económicas, quedarse sin hogar y puede ser difícil encontrar nuevas oportunidades de empleo", dijo en una carta Rachel Branaman, la directora ejecutiva de la Modern Military Association, pidiendo a sus miembros transgénero tomar previsiones legales y financieras.En los deportes escolares
Analistas políticos estadounidenses creen que el Gobierno federal bajo Trump -junto a sus mayorías republicanas en el Capitolio- podrían actuar en otra área polémica: el acceso de las personas transgénero a participar en deportes escolares en equipos del género con el que se identifican.
De acuerdo con un conteo del Movement Advancement Project (MAP), 26 estados de EU han aprobado desde el año 2020 leyes que prohíben o restringen que individuos transgénero puedan participar en los equipos y competencias deportiva del género con el que se identifican actualmente. "Me imagino que también podríamos ver algo relacionado con los deportes, porque es un tema que genera polarización. Ciertamente, no creo que sea una prioridad muy alta por parte de los activistas que tienen otros temas más arriba en sus prioridades", dice el profesor Proctor de la Universidad de Chicago. Aunque su equipo no ha expresado aún una ruta específica, Trump dijo a la cadena NBC recientemente que el tema de posicionarse a favor de personas transgénero participando en equipos deportivos del género en el que se identifican es algo que probó ser políticamente costoso para el Partido Demócrata. "Francamente, lo que estaban haciendo los demócratas a favor de los transgénero o en el tema de los hombres jugando en deportes femeninos... si ellos no lo hubieran hecho, tal vez les hubiera resultado mejor (en la elección)", dijo Trump del triunfo republicano de noviembre. Sin embargo, la mayor parte de las asociaciones médicas en el País, incluyendo la Academia Estadounidense de Pediatría, han expresado su oposición a las prohibiciones de que los estudiantes transgénero participen en el equipo del sexo con el que se identifican pues pueden ser incluso contraproducentes. "Las leyes destinadas a prohibir que los atletas transgénero participen en deportes son soluciones a un problema que no existe", escribieron tres distinguidas pediatras esta semana en una columna editorial del Atlanta Journal Constitution en el Estado de Georgia donde se discute una prohibición de dicho tipo. Apenas esta semana, el Senador republicano y ex entrenador de futbol americano Tommy Tuberville aseguró que la nominada a Secretaria de Educación, Linda McMahon, está alineada con la agenda para limitar la participación de mujeres transgénero en competencias con equipos femeninos. "(McMahon) entiende los problemas de tener hombres en deportes femeninos, y de cómo esto va a destruir el Título IX (no discriminar por sexo)... No hay forma de que ningún hombre o niño biológico pueda competir contra mujeres..Es injusto. No tienen los mismos atributos físicos", dijo Tuberville a la TV Newsmax. En 2023 y tras el aval en la Camara Baja, Tuberville fue uno de los miembros del Senado que empujó sin éxito la Ley de Protección de Mujeres y Niñas en el Deporte, que define el sexo como "basado únicamente en la biología reproductiva y la genética de una persona al nacer", y podría volverlo a intentar. Con los republicanos tomando el control del Senado, diversas voces dentro de la coalición republicana están empujando a retomar la prohibición a la participación de personas transgénero en deportes femeninos confiados en que el triunfo de Trump empuje a que algunos demócratas voten junto a ellos. Para los impulsores de la prohibición en el Capitolio, los resultados electorales de noviembre de 2024 donde se muestra un incremento en el apoyo a Trump respecto a 2020 podría empujar a los demócratas a unírsele a los republicanos en el Senado donde estos últimos les faltan 7 votos para la mayoría calificada. De no tener éxito en el Capitolio, Trump podría sin embargo actuar de forma ejecutiva para abolir la regla emitida por Biden en abril para ampliar la interpretación del Título IX que prohíbe la discriminación contra mujeres en instituciones educativas, sino también contra personas que se identifiquen como transgénero.Y en atención de salud afirmativa
Una de las promesas más polémicas de Trump en su campaña -y que afectan a los jóvenes transgénero- fue el prometer cancelar el apoyo federal a instituciones o programas que impulsen la Atención de Salud Afirmativa del Género, algo que Trump simplificó como "mutilación" de cuerpos de menores de edad.
"El primer día (de mi Administración) revocaré las crueles políticas de Joe Biden sobre la llamada y ridícula 'Atención de Salud Afirmativa de Género', un proceso que incluye darles a los niños bloqueadores de la pubertad, mutar su apariencia física y, en última instancia, realizar cirugías a niños", dijo Trump en febrero. A pesar de las generalizaciones de Trump, la Atención de Salud Afirmativa del Género es un conjunto de intervenciones que ha existido en EU por décadas que apoya la identidad de género de una persona; esta incluye: atención primaria, acceso a salud mental, apoyos sociales, terapia hormonal e incluso cirugía. Actualmente, el programa de servicios de salud del Gobierno federal para personas mayores de 65 años, conocido como Medicare, provee desde 2014 programas de Atención de Salud Afirmativa del Género, por lo que una prohibición de Trump limitaría el acceso a adultos ya mayores incluyendo personas transgénero. En el ámbito de la salud militar al ser controlada directamente por el Ejecutivo de EU, una acción unilateral de Trump en su mandato si podría limitar también el acceso de los veteranos de la Fuerzas Armadas a salud afirmativa del género y que desde 2014 contempla terapias hormonales, pero no cirugías aún. Sin embargo, una decisión de Trump en el mismo ámbito enfrentaría obstáculos respecto al programa de salud para estadounidenses de bajos recursos conocido como Medicaid pues este es administrado por los 50 Gobiernos estatales, entre los cuales existen diferencias sobre la salud afirmativa del género. De acuerdo con un conteo de la Kaiser Family Foundation (KFF), 26 Estados del País han prohibido expresamente programas de Atención de Salud Afirmativa del Género para adolescentes; de dichos 26 Estados, en Arkansas, la prohibición fue bloqueada y en Montana solo suspendida temporalmente. Sin embargo, activistas mantienen litigios en al menos 17 de los 26 Estados intentando defender el derecho de acceso de los adolescentes a la salud afirmativa del género, incluyendo el caso de Tennessee que fue discutido esta semana en la Suprema Corte de Justicia, y que eventualmente emitirá un fallo en el tema. "Las exclusiones categóricas y generalizadas de cuidados de salud convencionales y consensuados para cualquier grupo de estadounidenses son discriminatorias... el acceso a la atención de salud debe estar disponible para todos los que lo necesiten, sin la interferencia del Gobierno", dice Sarah Kate Ellis, la presidenta de GLAAD, uno de los principales grupos que promueven la defensa de la comunidad LGBTI+. Según su promesa de febrero, Trump buscaría también limitar el acceso a cualquier tipo de fondos del Gobierno federal a escuelas u hospitales que ofrezcan Atención de Salud Afirmativa del Género, apoyaría demandas contra doctores además de investigar si la industria farmacéutica está explotando tal servicio. Para los analistas políticos, el hecho de que Trump y el Partido Republicano estén explotando temas polarizantes -como el acceso de menores a Atención de Salud Afirmativa o el de mujeres transgénero participando en equipos deportivos de mujeres cisgenero- buscan provocar reacciones entre su base subrayando una especie de injusticia a los demás. "Yo creo que hay muchos temas que involucran a las personas transgénero que no necesariamente tienen el mismo nivel de carga emocional y que el público en general apoya", señala el profesor Proctor. "Por ejemplo, la no discriminación en el empleo o en la vivienda. En general, el público apoya esos derechos para todos".