Washington.- Una ola de calor comienza a azotar el noreste de Estados Unidos y podría batir récords de temperatura en los próximos días, advirtieron este martes las autoridades, mientras los incendios arrasan en el oeste del país.
"Una ola de calor se asentará y persistirá sobre la región de los Grandes Lagos, el valle de Ohio y el noreste durante los próximos días" y a partir del miércoles y el jueves se pueden batir "numerosos récords", anunció el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés).
Los estados del medio oeste se vieron afectados por una ola de calor peligrosa y de larga duración que se espera que se extienda desde Iowa hasta Maine hasta al menos el viernes. La duración, los cielos despejados y las altas temperaturas nocturnas que se esperan con mínimos de en torno a los 23 grados hacen que este fenómeno sea especialmente peligroso pese a que las máximas no sobrepasarán los 35 grados, señaló el NWS."Esto es especialmente cierto para quienes no dispongan de aire acondicionado adecuado, y sobre todo en las regiones del norte, que no están acostumbradas a olas de calor tan largas", añadieron los meteorólogos.
Más de 76 millones de personas se encontraban bajo algún nivel de alerta de calor hasta esta mañana. Se espera que alrededor de 150 millones de personas experimenten temperaturas superiores a los 32 grados. En Chicago no se había visto una ola de calor tan temprana desde 1933, señaló en X el climatólogo jefe de Illinois. La ciudad de Chicago ha habilitado zonas climatizadas para el público. Numerosas asociaciones y sindicatos pidieron el lunes al Gobierno de Joe Biden que facilite la financiación de este tipo de operaciones clasificando las olas de calor y los episodios de humo provocados por los incendios forestales como "catástrofes" para que la agencia federal encargada de responder a los desastres naturales (FEMA) pueda intervenir. Según los científicos, las olas de calor recurrentes son un marcador inequívoco del calentamiento global y van a multiplicarse, alargarse e intensificarse. Además, una tormenta, que podría convertirse en huracán de categoría 1, avanza en el Golfo de México y se prevé que azote las costas de Texas y el norte de México entre el miércoles y el jueves, con "probables" inundaciones según el NWS. En California, los bomberos luchan desde el sábado contra un gran incendio. Y en Nuevo México, las autoridades han ordenado la evacuación de unos 7 mil habitantes de la localidad de Ruidoso a causa de las llamas.