Washington.- Aliados del Presidente Joe Biden trataban el viernes de contener las consecuencias de su titubeante actuación en el primer debate presidencial, después de que se complicó al tratar de contener un aluvión de ataques y afirmaciones falsas de su rival republicano Donald Trump.

Por encima de todo, los aliados de Biden querían que demostrara fuerza y energía en el escenario del debate para ayudar a resolver dudas sobre la agudeza física y mental del demócrata de 81 años.

En cambio, un ronco Biden tropezó con sus palabras y perdió el hilo en ocasiones, especialmente al principio del debate.

Los líderes del partido y funcionarios electos lo defendieron públicamente incluso cuando algunos en privado se preguntaban si ya no podría ganar la candidatura.

Un donante de Biden, que pidió el anonimato, sostuvo que su actuación lo "descalifica" y predijo que algunos demócratas volverían a pedir que Biden se haga a un lado en favor de otro candidato antes de la convención nacional del partido en agosto.

Los demócratas, presas del pánico, intercambiaban mensajes preguntándose si Biden se plantearía dimitir.

Un estratega demócrata de alto nivel dijo que habría peticiones para que Biden dimita.

Una de esos pedidos vino de Thomas Friedman, el columnista del New York Times que es escuchado por el Presidente, quien llamó a Biden un buen hombre y un buen Mandatario en un artículo de opinión a primera hora del viernes.

Sin embargo, para detener a Trump, escribió, "el Presidente tiene que dar un paso al costado y declarar que no se presentará a la reelección".

"No es probable que eso ocurra", replicó el copresidente de la campaña de Biden, Mitch Landrieu, en CNN. Mientras se despeja el polvo del debate y a cuatro meses de las elecciones, pronosticó que Biden y Trump serán los candidatos en noviembre.

Josh Shapiro, Gobernador demócrata de Pensilvania, instó a los demócratas a dejar de preocuparse y empezar a trabajar.

"Joe Biden tuvo un mal debate, cierto, pero Donald Trump fue un mal Presidente", dijo Shapiro.

Entrevistas con votantes indecisos confirmaron que fue una mala noche para Biden. Describieron su actuación como débil, embarazosa y difícil de ver.

Dos funcionarios de la Casa Blanca dijeron a mitad del debate que Biden estaba resfriado, lo que refleja la ansiedad de sus asesores por su actuación.

La Vicepresidenta Kamala Harris admitió que Biden tuvo un "comienzo lento", pero argumentó que su historial de tres años y medio como Presidente pesaba más que un debate de 90 minutos.