Washington.- El fiscal especial Jack Smith, que impulsó dos procesos federales contra Donald Trump, planea terminar su trabajo y renunciar junto con otros miembros de su equipo antes de que el Presidente electo asuma el cargo en enero, según personas familiarizadas con sus planes.
El objetivo de Smith, dijeron, es no dejar ninguna parte significativa de su trabajo para que otros lo completen o adelantarse a la promesa de Trump de despedirlo "dos segundos" después de ser juramentado.
Smith, quien desde que asumió el cargo hace dos años ha actuado bajo el principio de que ni siquiera un ex Presidente poderoso está por encima de la ley, ahora se encuentra a la defensiva mientras se apresura a cerrar un par de investigaciones complejas ralentizadas por los tribunales y finalmente declaradas irrelevantes por la victoria electoral de Trump. La oficina de Smith aún está elaborando su plan para poner fin a los casos, y es posible que circunstancias imprevistas -como fallos judiciales o decisiones de otros funcionarios del Gobierno- puedan alterar el cronograma previsto. Pero Smith está tratando de terminar su trabajo y marcharse antes de que Trump regrese al poder.El resultado de las elecciones significó el fin de los procesos federales contra Trump, ya que la política del Departamento de Justicia ha sostenido durante mucho tiempo que un Presidente en funciones no puede ser procesado por delitos.
Un fallo de la Suprema Corte este verano amplió significativamente el alcance de la conducta oficial presidencial que no puede ser procesada incluso después de dejar el cargo. Mientras se prepara para su último acto como fiscal especial, la audiencia final de Smith no será el jurado, sino el público. Las normas del departamento exigen que presente un informe que resuma su investigación y sus decisiones, un documento que puede servir como el informe final de un fiscal que presentó amplios cargos contra un ex Presidente pero que nunca llevó sus casos a juicio. No está claro con qué rapidez podrá terminar este trabajo, lo que deja en la incertidumbre si podrá hacerlo público antes de que la Administración Biden deje el cargo. Pero varios funcionarios dijeron que no tiene intención de demorarse más de lo necesario y ha dicho a los fiscales de carrera y a los agentes del FBI de su equipo que no están directamente involucrados en ese proceso que pueden comenzar a planificar sus salidas en las próximas semanas, dijeron personas cercanas a la situación. Las personas hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a discutir movimientos de personal. Smith es ahora el blanco de los republicanos pro-Trump que lo ven como la encarnación de un esfuerzo demócrata por utilizar la "guerra legal", la llamada militarización del Departamento de Justicia, para destruir a Trump. El viernes, los legisladores republicanos les pidieron a los funcionarios del Departamento de Justicia que habían trabajado en los casos de Trump que preservaran todas sus comunicaciones para los investigadores. Esa es una señal segura de que un nuevo equilibrio de poder en Washington hará que Smith esté entre aquellos a quienes buscan los investigadores del Congreso y otros. Ese mismo día, el equipo de Smith presentó un documento judicial que daba el primer paso para poner fin a su doble proceso contra Trump. El fiscal solicitó y recibió una pausa de un mes en los plazos de presentación de su caso en Washington en el que acusaba a Trump de conspirar para anular las elecciones de 2020. Smith dijo que necesitaba hasta el 2 de diciembre para decidir exactamente cómo cerrar ese caso y el otro proceso contra Trump, en el que se le acusa de mal manejo de documentos clasificados de seguridad nacional después de dejar el cargo y de obstruir los esfuerzos para recuperarlos.