El presidente Trump declaró esta semana que nunca tuvo planes de despedir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y acusó a los medios de difundir la falsa narrativa de que pretendía perjudicar al jefe del banco central, reportó The Wall Street Journal.

Sin embargo, el diario dijo que dentro de la Casa Blanca, algunos altos funcionarios se tomaron en serio las recientes reflexiones públicas de Trump sobre el despido de Powell.

A medida que las críticas de Trump al presidente de la Fed se intensificaron durante la última semana, los abogados de la Casa Blanca revisaron en privado las opciones legales para intentar destituir a Powell, incluyendo si podían hacerlo por una "causa justificada", según personas familiarizadas con el asunto.Las leyes que crearon la Reserva Federal establecen que los gobernadores de la Fed solo pueden ser destituidos antes del final de su mandato por una causa justificada, lo que los tribunales generalmente han interpretado como mala conducta o irregularidad. Encontrar un pretexto para destituir a Powell habría acercado a la Casa Blanca a una confrontación dramática con el banco central.

Esas conversaciones se detuvieron a principios de esta semana cuando Trump les dijo a sus asesores principales que no intentaría destituir a Powell.

Su decisión se produjo tras las intervenciones del Secretario del Tesoro, Scott Bessent, y del Secretario de Comercio, Howard Lutnick, quienes advirtieron a Trump que tal medida podría desencadenar un caos generalizado en el mercado y una complicada batalla legal, según las fuentes. Lutnick también le dijo al presidente que los esfuerzos para despedir al presidente de la Fed probablemente no conducirían a ningún cambio práctico en las tasas de interés, ya que otros miembros de la junta directiva de la Fed probablemente abordarían la política monetaria de manera similar a Powell, señaló una de las fuentes.El martes por la tarde, Trump dio por cerrado el asunto, por ahora. Declaró a los periodistas reunidos en el Despacho Oval que no tiene intención de despedir a Powell, suavizando la dura retórica que había repetido el día anterior."Este es el momento perfecto para bajar las tasas de interés. Si no lo hace, ¿es el fin? No. No lo es", afirmó Trump.La mayoría de los analistas de Wall Street creen que intentar destituir a Powell antes de que finalice su mandato no le permitiría al presidente bajar las tasas de interés que desea, ya que el comité de 12 personas del banco central encargado de fijar las tasas no cuenta con el apoyo necesario para reducirlos ahora mismo.Los aranceles han paralizado a los funcionarios de la Fed porque les preocupa que eleven los precios e introduzcan nuevos riesgos de mayor inflación, incluso si posteriormente frenan el gasto y la contratación, lo que debilita la economía.La autonomía operativa de la Fed, o su independencia, ha sido considerada durante mucho tiempo como algo sagrado por los inversionistas en bonos de Wall Street.La reacción del mercado ante la exitosa salida del presidente de la Fed "sería apocalíptica", declaró Tim Mahedy, economista jefe de Access/Macro y asesor principal de la Fed de San Francisco, en una nota a clientes la semana pasada. Mahedy predijo que "el impacto sería tan rápido y severo que el presidente se vería obligado a retractarse inmediatamente o se enfrentaría a un evento financiero sistémico".