Chicago.— Altos funcionarios del gobierno de Trump, incluido el “zar fronterizo” Tom Homan y el fiscal general adjunto interino, visitaron Chicago ayer domingo para presenciar el inicio de la intensificación de la aplicación de la ley migratoria en la tercera ciudad más grande del país.
Pocos detalles de la operación se hicieron públicos de inmediato, incluido el número de arrestos. Pero la gran cantidad de agencias federales involucradas mostró la disposición del presidente Donald Trump para utilizar la aplicación de la ley federal más allá del Departamento de Seguridad Nacional y llevar a cabo sus deportaciones masivas prometidas desde hace mucho tiempo.
El fiscal general adjunto interino, Emil Bove, dijo que observó a agentes de inmigración del DHS junto con agentes del FBI, la DEA y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. No ofreció más detalles sobre la operación, que se produjo días después de que el DHS expandió la autoridad migratoria a las agencias del Departamento de Justicia, incluidas la DEA y la ATF.
“Apoyaremos a todos los que, a nivel federal, estatal y local, se sumen a esta misión crítica para recuperar nuestras comunidades”, dijo Bove en un comunicado. “Usaremos todas las herramientas disponibles para abordar la obstrucción y otros impedimentos ilegales a nuestros esfuerzos por proteger la patria. Lo más importante es que no descansaremos hasta que el trabajo esté hecho”.
El portavoz del ICE, Jeff Carter, dijo que la agencia “comenzó a realizar operaciones específicas mejoradas” el domingo en Chicago, pero se negó a dar otros detalles. Los portavoces del FBI, la ATF y la DEA confirmaron su participación, pero no dieron más información.
Los residentes de Chicago, especialmente en los círculos de inmigrantes, ya han estado nerviosos durante meses en anticipación de los arrestos a gran escala promocionados por la administración Trump.
Chicago tiene algunas de las protecciones santuario más fuertes, que prohíben la cooperación entre la Policía de la ciudad y los agentes de inmigración.
Los grupos de derechos de los inmigrantes han tratado de prepararse para la agresiva ofensiva con campañas para que los inmigrantes conozcan sus derechos en caso de un arresto. Los funcionarios de la ciudad han hecho lo mismo, publicando información similar en las estaciones de autobuses y trenes públicos.