Nueva York.- La disputa candente entre Elon Musk y el presidente Donald Trump, que había disminuido, resurgió el martes.
Ambos reavivaron su conflicto sobre el proyecto de ley de política del Partido Republicano, que hace más o menos un mes deshizo su alianza política. El martes por la mañana, después de días de publicaciones de Musk en la red social X en las que expresaba su descontento con el proyecto de ley, Trump intensificó su retórica y en un momento sugirió que podría estar interesado en deportar a Musk, ciudadano estadounidense nacido en Sudáfrica.
La reanudación de las hostilidades fue una sorpresa después de que Musk llamara por teléfono a Trump a mediados de junio y que publicara un mensaje en el que se disculpaba por algunos de sus ataques en internet.
El martes, en el jardín sur de la Casa Blanca, el presidente le dijo a un periodista que le preguntó si deportaría a Musk: “No lo sé. Tendremos que revisar eso”.
“DOGE es el monstruo que quizá tenga que volver y comerse a Elon. ¿No sería terrible?”, dijo, refiriéndose al Departamento de Eficiencia Gubernamental, que Musk creó. Después, Trump repitió su afirmación de que Musk solo se oponía a su proyecto de ley porque recortaría las subvenciones a los vehículos eléctricos como los fabricados por Tesla, empresa que Musk dirige.
Antes, Trump escribió en Truth Social que había “MUCHO DINERO QUE AHORRAR” si el DOGE analizaba en detalle las subvenciones que reciben las empresas de Musk.
Trump ya había amenazado con revisar esas subvenciones, pero no desde hace varias semanas, ya que en general se ha dedicado a otras cosas. Las publicaciones de Musk en los últimos días —incluidas varias del lunes en las que pedía un nuevo partido político y primarias contra los republicanos del Congreso— parecen haber llamado su atención.