El Pentágono, durante el primer mandato del presidente Donald Trump, se opuso a su anhelo de celebrar un desfile militar en Washington; se buscaba mantener a las fuerzas armadas al margen de la política.

Pero en el segundo mandato de Trump, esa barrera de seguridad desapareció. Este año habrá desfile, y nada menos que el día en el que el presidente cumple 79 años.

El plan actual involucra una escenificación formidable en el centro de Washington: 28 tanques M1A1 Abrams (de 70 toneladas cada uno, los más pesados en activo), 28 vehículos blindados de transporte de tropas Stryker, más de 100 vehículos de otros tipos, un bombardero B-25 de la época de la Segunda Guerra Mundial, 6700 soldados, 50 helicópteros, 34 caballos, dos mulas y un perro.

Pero los críticos afirman que es otro ejemplo de cómo Trump ha politizado el ejército.

El ejército calcula el costo del destile entre 25 y 45 millones de dólares. Pero podría ser mayor porque el ejército ha prometido arreglar las calles de la ciudad que el desfile dañe, además de que el costo de la limpieza y la policía aún no forman parte del cálculo. Aunque 45 millones de dólares es una fracción pequeña del presupuesto del Pentágono propuesto por Trump, de 1,01 billones de dólares para el año fiscal 2026, la decisión del desfile sucede cuando el gobierno pretende recortar de manera drástica la financiación de la educación, la salud y la asistencia pública.

“Es mucho dinero”, reconoció Steve Warren, portavoz del ejército. “Pero creo que esa cantidad de dinero queda chica por los 250 años de servicio y sacrificio del ejército de Estados Unidos”.

El ejército no describe al acto como desfile por el cumpleaños de Trump. Es el desfile de cumpleaños del ejército. El Ejército Continental se formó oficialmente el 14 de junio de 1775, por lo que el 14 de junio se cumplirán 250 años.

También coincide con el cumpleaños de Trump.

No hubo un gran desfile en Washington cuando el ejército cumplió 200 años en 1975, cuando las cicatrices de la guerra de Vietnam aún estaban abiertas. Aunque se celebraron conmemoraciones más pequeñas en bases militares de todo Estados Unidos con cenas baile, coros de cuartetos de barbería o barbershop quartets y celebraciones con pasteles, poca gente quería glorificar al ejército tan poco tiempo después del tiroteo de Kent State. Además, el país se estaba preparando para las grandes celebraciones del bicentenario del año siguiente.

El equipo de paracaidistas Golden Knights descendiendo frente a la Casa Blanca para celebrar el 4 de julio de 2020. Un plan prevé que los paracaidistas aterricen en medio de las festividades del próximo mes y entreguen a Trump una bandera.Credit...Pete Marovich para The New York Times

Si esta vez las cosas fueran igual de discretas, Fort Myer, al otro lado del río Potomac, en Arlington, Virginia, podría ser un lugar ideal, “donde la Vieja Guardia podría desfilar con algunos veteranos”, dijo el senador por Rhode Island Jack Reed, principal demócrata del Comité de las Fuerzas Armadas, en referencia al 3.º Regimiento de Infantería, la unidad de infantería en activo más antigua del ejército.

“Pero se trata de Trump”, añadió Reed, hablando con los periodistas la semana pasada en el Defense Writers Group. “Concuerda con gran parte de lo que está haciendo”.

Los oficiales del ejército dicen que el desfile cruzará frente al punto de observación de Trump en la avenida de la Constitución, cerca de la Casa Blanca, la noche del sábado 14 de junio, como parte de una gran fiesta en la Explanada Nacional.

Habrá soldados en el desfile que se alojarán en dos edificios gubernamentales, según las autoridades. Dormirán en catres militares y llevarán sus propios sacos de dormir, un tema muy comentado en los programas de medianoche de televisión.

Habrá Paladines, los enormes obuses autopropulsados, y guiños al pasado. Los oficiales del ejército quieren que algunos soldados usen uniformes de las guerras de antaño, como la de 1812 o la Guerra Hispanoamericana.

Durante más de dos años, el ejército ha estado planeando aspectos nacionales, mundiales e incluso interestelares de la celebración: un astronauta del ejército en la Estación Espacial Internacional llamará por teléfono, dijo Warren.

Pero esas celebraciones que estaban planeadas se centraban en festivales, una estampilla postal, carreras divertidas variadas, bandas militares y cosas por el estilo. En algún momento de este año, dijeron oficiales del ejército, apareció en los planes un desfile militar en Washington.

Aun así, los oficiales dicen que de momento no hay planes para cantar “Cumpleaños feliz” a Trump, o al ejército, durante el desfile. Sin embargo, uno de los planes prevé que paracaidistas de los Caballeros Dorados, el equipo de paracaidistas del ejército, aterricen en medio de los festejos y entreguen a Trump una bandera.

En 2017, durante su primer mandato, Trump presenció el desfile del Día de la Bastilla en París con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y regresó a casa con ganas de celebrar el suyo. Pero el Pentágono durante la primera gestión de Trump obstaculizó la idea. Jim Mattis, secretario de Defensa en ese momento, dijo que “preferiría tragar ácido”, según Holding the Line, un libro de Guy Snodgrass, antiguo escritor de discursos de Mattis.

Tanques Abrams del ejército estadounidense participando en un desfile militar en Varsovia en 2024. La celebración prevista en Washington para el 250 aniversario del ejército contará con 28 de estos tanques.Credit...Wojtek Radwanski/Agence France-Presse — Getty Images

“Todos en este país somos conscientes del afecto y el respeto del presidente por los militares”, dijo Mattis escuetamente cuando los periodistas le preguntaron por los deseos de Trump. “Hemos estado elaborando algunas opciones. Las enviaremos a la Casa Blanca para que tome una decisión”.

El general Paul Selva, entonces vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, dijo a Trump durante una reunión en el Pentágono que los desfiles militares eran “lo que hacen los dictadores”, según The Divider, de Peter Baker, periodista del New York Times, y Susan Glasser.

Cuando Mattis se fue, Trump volvió a mencionar la idea. El sucesor de Mattis, Mark Esper, respondió con un “desfile aéreo” como parte de las celebraciones del 4 de julio de 2020, dijeron funcionarios del Pentágono. Una serie de aviones de combate y otros aviones de guerra sobrevolaron la Costa Este estadounidense sobre ciudades que tuvieron un papel en la Revolución de las Trece Colonias, como Boston, Nueva York y Filadelfia.

Funcionarios del primer Departamento de Defensa de Trump se resistieron a su sugerencia de desfile —nunca fue una orden directa— porque consideraban que ubicaba al ejército en medio de la escena política, algo que el Pentágono se ha resistido a hacer históricamente.

Pero ahora Trump cuenta con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y con líderes militares que hasta ahora se han mostrado más dispuestos a poner en práctica sus cavilaciones.

Esto “plantea la cuestión de si el ejército estadounidense está celebrando a Trump”, dijo Risa Brooks, profesora asociada de Ciencias Políticas en la Universidad de Marquette.

“Tener tanques por las calles de la capital no parece algo coherente con la tradición de un ejército profesional y altamente capacitado”, dijo Brooks en una entrevista. “Más bien parece un ejército politizado y volcado hacia el interior, centrado en adversarios internos en lugar de externos”.

Ha habido grandes desfiles militares estadounidenses en el pasado, pero el último fue hace casi 35 años, para conmemorar el final de la primera Guerra del Golfo. Tradicionalmente, los desfiles militares en Estados Unidos se han realizado al final de grandes conflictos, como la Guerra de Secesión y las dos guerras mundiales. También hubo desfiles militares en tres tomas de posesión presidenciales durante la Guerra Fría. Y algunas fiestas en pueblos pequeños también conmemoran a los militares con vehículos blindados y soldados.

“En realidad, no veo el problema de un desfile militar”, dijo Kori Schake, exfuncionaria de defensa del gobierno de George W. Bush, quien dirige los estudios sobre política exterior y de defensa en el American Enterprise Institute. Schake dijo que más estadounidenses necesitan ver a los soldados que sirven al país.

“Si ver a nuestros conciudadanos estadounidenses de uniforme fomenta el conocimiento público y la conexión, o inspira el voluntariado, sería beneficioso”, dijo.

A fin de cuentas, “los militares no van a dar batalla en esto, aunque no les guste”, dijo Peter Feaver, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Duke, quien ha estudiado a los militares durante décadas. “El equipo del segundo mandato de Trump es mejor dando al presidente lo que quiere, sea o no lo mejor a largo plazo”.