Beijing, China.- A los 16 años, Qin Huangsheng una vez imaginó una vida mejor en la ciudad cuando dejó su pueblo natal para convertirse en trabajadora de una fábrica, cuenta The Wall Street Journal.
Ahora que tiene poco más de 40 años, anota, tiene una deuda personal de 40 mil dólares y un salario base de 400 dólares al mes.
Los cobradores la están acosando y, por ser deudora, el Gobierno le impide a Qin comprar boletos del tren de alta velocidad. El Journal señala que en toda China la gente está agobiada por sus deudas y por un sistema que los penaliza por no devolver el dinero.Y es que Beijing está tomando duras medidas contra los deudores morosos, embargándoles incluso sus salarios o impidiéndoles conseguir empleos en el Gobierno, además de limitar su acceso a los trenes de alta velocidad y a los viajes aéreos.
A muchos también les prohíbe irse de vacaciones o alojarse en buenos hoteles. Las autoridades pueden detenerlos si no cumplen. A diferencia de Estados Unidos, China no permite que la mayoría de las personas se declaren en quiebra para concursar sus deudas y seguir adelante. La deuda de los hogares chinos ha aumentado un 50 por ciento en los últimos cinco años hasta alcanzar hoy alrededor de 11 billones de dólares (millones de millones). El largo auge inmobiliario de China fue una causa importante del aumento de las deudas personales, porque muchas personas tuvieron que endeudarse más para poder adquirir una vivienda. El número de viviendas embargadas y puestas a la venta aumentó un 43 por ciento en el 2023, hasta alcanzar aproximadamente 400 mil propiedades. El diario indicó que el aumento de las deudas personales también se debe en parte a que más personas utilizan tarjetas de crédito o recurren a líneas de crédito personales para cubrir sus gastos a medida que la economía se estanca.