Según el Ministro Eduardo del Castillo, los detenidos actuaron bajo la orden el General Juan José Zúñiga, arrestado y destituido el miércoles como comandante del Ejército y líder de la revuelta que no prosperó por falta de apoyo de sectores de las Fuerzas Armadas, según dijo más temprano el Ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
"Este grupo criminal planificó el golpe desde mayo", dijo Del Castillo en rueda de prensa. Entre los aprehendidos, el Ministro apuntó que un civil, identificado cono Aníbal Aguilar Gómez, es uno de los presuntos "ideólogo" de la movilización militar.Además, las autoridades bolivianas indicaron que están buscando a tres uniformados más en servicio pasivo.
Al medio día del jueves cientos de simpatizantes del Gobierno se habían apostado en la principal ruta que une La Paz con la vecina ciudad de El Alto para bloquearla. No obstante, las actividades del comercio, la banca, las estaciones de venta de combustible y los colegios se desarrollaban con normalidad. Simpatizantes del Mandatario realizaron una vigilia frente a la comisaría donde está detenido el General Zúñiga. "Estamos en vigilia en apoyo a nuestro Presidente Luis Arce y para hacer respetar el voto. Este Zúñiga debe ir a la cárcel", dijo Alicia Chura portando un cartel junto a varios manifestantes que pedían "cárcel para Zúñiga" en puertas de la comisaria policial. Por su parte, el cabecilla de la acción militar y una decena de mandos militares continuaban en celdas policiales a la espera de ser imputados por el delito de alzamiento armado. Canales de televisión reportaron el jueves temprano tranquilidad en las puertas de los principales cuarteles de la ciudad. De la misma forma las terminales terrestres trabajaban con normalidad en los viajes al interior del país. "La Policía de tráfico ha reportado total normalidad en las carreteras", dijo Amelia Ruiz, una vendedora de boletos de autobús en La Paz. Pero en las calles todavía parecía flotar la duda sobre lo ocurrido la tarde del miércoles cuando al mando de tanques y soldados armados Zúñiga tomó por asalto el palacio presidencial en La Paz en lo que el Gobierno llamó un "fallido golpe de Estado".