Chihuahua, Chih.- “Existen más de mil formas de morir”, confesó el biker Jorge Viescas, quien lució su larga cabellera y barba blanca, vestido con chaleco de mezclilla negro deslavado, pantalones grises rotos, botas de piel, y tanto guanteletas como lentes oscuros.

Durmió en sleeping bag, como cada año de festival de motociclistas, que reúne al gremio de todos los clubes del estado. Tiene una motocicleta Itálica RT200 que llama la atención de propios y extraños por su decoración original.

Es una moto con lo que parece un esqueleto humano real; la calavera sale de en medio de los cuernos y los brazos emergen del cuerpo del tanque de la motocicleta, hasta que sus manos son unidas casi a la altura de la calavera, que tiene cabellos y una pañoleta.

Las salpicaderas también parecen de hueso, al igual que los pedales; las manos están unidas en posición de súplica o agradecimiento. Todos lo conocen como “El Resucitado Ryder”, una leyenda viva que acude a todos los festivales de motocicletas sin falta.

Su apodo y su vehículo son más que un símbolo en su vida, son una extrapolación de sí mismo, un reflejo de su alma y cuerpo. Le dicen "El Resucitado" porque hace algunos años estuvo al borde de la muerte a causa de un accidente.

Aunque desde los 14 o 15 años conduce una motocicleta, curiosamente su experiencia no fue a bordo de una, sino que casi pierde la vida limpiando su baño -por eso dice que hay mil maneras de morir0-. Hizo una mezcla de ácido muriático, Ajax, Pinol, cloro, Suavitel y alrededor de 10 sustancias que hicieron reacción y le provocaron un desmayo inmediato.

La intoxicación fue tal que le perforó un pulmón con cuatro hoyos. Duró cerca de un año y medio en proceso de recuperación de las dos operaciones que tuvieron que realizarle para curar sus pulmones.

Durante su convalecencia, tirado en la cama y a la deriva, le prometió a Dios que, si lo salvaba y le permitía volver a viajar en moto, le haría una muestra en agradecimiento, y así comenzó a realizar arte visual en su motocicleta, que ahora muestra en todos los eventos.

En ella viaja a todas partes, además, es muy económica y es su puerta de entrada a todos los clubes porque, mencionó, Dios lo acompaña, "es la magia del Señor porque es bueno". Jorge realiza actos de buena voluntad con toda la gente y vive su pasión, que comparte en todos lados a los que va.