Chihuahua.- El abogado litigante Gabriel Alejandro Vidaña Manjarrez dijo que "no se puede satanizar a las juezas por una sola resolución", esto luego de la nota publicada en este medio de comunicación en donde cinco de ellas fueron señaladas por no juzgar con perspectiva de género.

“Como abogado litigante, y crítico constante del actuar judicial cuando lo merece, quiero expresar algo con claridad: los jueces no son verdugos ni operadores de consigna; son aplicadores del derecho con base en las pruebas que se presentan en juicio. Nada más. Nada menos”, refirió Vidaña Manjarrez.

En ese mismo sentido, dijo que la sociedad -con justa razón- exige justicia pero que muchas veces olvidan lo esencial y eso es que el juicio no es una ceremonia simbólica, sino un proceso regido por reglas, pruebas y derechos humanos.

“En ese proceso, la parte acusadora —el Ministerio Público— tiene la carga de demostrar su caso. Lamentablemente, lo que vemos día con día en los tribunales es una preocupante carencia de preparación, técnica y contundencia por parte de muchos fiscales, sobre todo al litigar en juicio oral. Esa debilidad estructural permite, en no pocos casos, que personas señaladas por delitos graves resulten absueltas”, dijo Gabriel Alejandro.

Aunado a eso, el abogado refirió que eso no es culpa de la jueza, sino de una Fiscalía, que, muchas veces, llega a juicio sin caso sólido, sin pruebas bien ofrecidas, sin interrogatorios efectivos.

“Cuando hay absolución, el costo social lo paga el juez o la jueza. Ellos se vuelven apestados. Se les acusa de corruptos o insensibles. Nadie señala al agente del Ministerio Público que hizo mal su trabajo. Nadie”.

De igual manera, Vidaña Manjarrez dijo que lo más sencillo es dictar una sentencia condenatoria y que lo difícil es absolver.

“Absolver exige valor, técnica y convicción. Quien absuelve carga con el peso del juicio social, aunque haya actuado con plena legalidad”, manifestó.

Asimismo, señaló que si van a ejercer el escrutinio público, lo hagan con memoria.

“Esas mismas juezas hoy criticadas han dictado múltiples vinculaciones a proceso, han girado órdenes de aprehensión, han emitido sentencias condenatorias por los mismos delitos. ¿Dónde está el reconocimiento por esas actuaciones? ¿Dónde están los aplausos cuando su resolución coincide con el deseo de castigo de la sociedad?”.

Por último, el abogado dijo que no se puede —ni se debe— juzgar la carrera judicial de una persona por un caso aislado.