Chihuahua.- Lavanda, miel, café y glicerina son algunos de los ingredientes que le han dado a Alejandra no sólo la posibilidad de crear su propio negocio de Jabones Terapéuticos, sino que le han ayudado en su salud y de paso le han dado la oportunidad de explorar su creatividad, además de ayudar a más mujeres que, como ella, enfrentan enfermedades que ponen en riesgo su vida.

Endometriosis y miomas fue el resultado que recibió Alejandra tras una revisión con el ginecólogo, luego de meses de sufrir dolores en el vientre y padecer mareos intensos, fatiga y otras afectaciones.

El panorama urgía una intervención, ya que además de tener problemas en el útero, mostraba signos de anemia avanzada que alertaron a los doctores. Aunado a esto, vivía en un ambiente laboral de constante estrés y ansiedad, que elevaron sus niveles de cortisol y le impedían recibir un mejor tratamiento médico. Afrontar esta abrumadora situación generó en ella una crisis nerviosa, que le robaba el apetito, el sueño y en ocasiones las ganas de seguir luchando.

“A veces sólo quería poder tener un día de paz, que no sonara el teléfono, que no me hablaran, quería poder descansar de todo”, recordó; su voz al otro lado del teléfono no sonaba triste, sino impresionada de sí misma, de los abusos y obstáculos que superó sin darse cuenta hasta ahora que lo platica.

Afortunadamente, tras tener varios ataques de ansiedad y pánico, Alejandra pudo hablar a tiempo con su familia y al recibir la contención emocional que necesitaba, tomó la sabia decisión de darse un descanso.

“Mi esposo y mis hijos me apoyaron; ahí yo entendí que no importaba nada más que estar bien por mi y para ellos”, explica conmocionada.

Fue en esa temporada de presiones, miedos e inseguridades que poco a poco y sin querer se fue acercando a lo que hoy considera como un tesoro en su vida: Jabones Terapéuticos.

Estrés, un factor que enferma

Alejandra es mamá de tres: un joven de 20 años y dos adolescentes de 17 y 15. Vive con su esposo en el sur de la ciudad y laboraba en una empresa de venta de acero.

Su día comenzaba desde temprana hora. A las 6:00 de la mañana su cabeza ya estaba maquinando al 100% y planeando hasta los siguientes tres días de la semana.

Preparar desayuno, refrigerio, llevar a las hijas a la escuela, ir al trabajo, atender clientes, hacer ventas, reuniones, de nuevo llamadas, ahora mensajes de sus hijos, hacer comida, salir a cobrar, regresar a hacer quehacer y de nuevo recordar que tiene que empezar su día a las 6:00 de la mañana.

Comenzó a sentirse mal y, tras acudir con el médico, éste le dijo que sus niveles de cortisol eran tan elevados que “ni él, ni nadie, la iban a atender porque era demasiado riesgoso”. Intentó bajar el nivel de tensión en su vida, pero no era suficiente. Los días se le iban ‘volando’ entre las citas al médico, la presión en el trabajo, atender a su familia y laborar sin horarios establecidos.

Pocas veces podía disfrutar unos segundos, si quiera, para ella. Revisaba rápidamente su teléfono, y aprovechaba para conocer un poco más sobre las propiedades de los jabones que un día, por suerte, había visto en redes sociales. Leyó que, como las pomadas artesanales, contenían plantas con propiedades curativas, libres de agentes cancerígenos y que además pueden ser relajantes.

“Contacté a una mujer que hace estos jabones y ella me explicó que pueden hacerse con varias plantas, formas, colores, incluso alimentos como café o miel, y sus efectos curativos van cambiando conforme los vayas mezclando”.

Con estos datos y con la intención de ayudarse con su padecimiento, Alejandra comenzó a crear sus propios jabones. Su sorpresa fue enorme al darse cuenta de que le encantaba este nuevo pasatiempo y que también mejoraban sus hijos, pues les preparó unos contra el acné, que dieron resultados a los pocos días.

Entonces entendió lo que quizá aquella frase trillada había tratado de explicar: era tiempo de trabajar en algo que la enamoraba, así que decidió comenzar su emprendimiento de jabones.

Iluma, un regalo para mujeres con quistes

Jabones de rosas, de café, ricino, naranja y otros más son los que vende en su página de Instagram Iluma280.

Unos sirven para combatir el acné, otros son para el estrés y la ansiedad y unos más para tonificar, pero la estrella es el jabón para dolores menstruales como cólicos; lo recomienda para las mujeres que padecen Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), ya que ayuda a relajar el útero y los músculos de alrededor, desinflamar la zona y bajar el dolor.

Para ella este es uno de los mayores logros, ya que ha tenido gran respuesta de las compradores al dar resultados inmediatos. Al ser ella una paciente con SOP, significa que puede ayudar a más mujeres que también sufren dolores intensos por el ciclo menstrual, o incluso por padecimientos como el que ella enfrentó.

Si desea más información, puede visitar la página de Instagram: Iluma280 Jabón Artesanal 100% original, o bien, enviar un WhatsApp al 6141372360, con Alejandra Martínez.