Chihuahua, Chih.- Eduardo Zendejas Amparán, líder de la sección octava del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), aseguró que la reforma a la Ley del ISSSTE no afecta directamente a los maestros. Sin embargo, admitió que existe un ambiente de confusión y descontento entre el magisterio, derivado de la falta de respuestas claras sobre las garantías perdidas en la reforma de 2007, un tema que lleva 18 años sin resolverse y que hoy mantiene a los docentes en las calles.

En entrevista, Zendejas Amparán explicó que, aunque la actual reforma no representa cambios negativos para los trabajadores de la educación, la desconfianza generada por el incumplimiento de compromisos anteriores ha creado un clima de incertidumbre. “Los maestros no están en contra de esta reforma en específico, pero hay un antecedente que no se ha atendido. Desde 2007, se les prometió una solución a las garantías que perdieron, y hasta la fecha no han recibido una respuesta concreta”, señaló.

El líder sindical destacó que esta situación ha llevado a los docentes a movilizarse y exigir respuestas. “La gente está cansada de esperar. Han pasado casi dos décadas y las promesas no se han cumplido. Eso es lo que los tiene en las calles, no esta reforma en particular, sino la falta de atención a sus demandas históricas”, afirmó.

Zendejas Amparán subrayó que, más allá de la reforma actual, el problema central radica en la falta de diálogo y claridad por parte del gobierno hacia los trabajadores de la educación. “No se trata solo de esta ley, sino de un problema de fondo: la falta de respeto y atención a las demandas legítimas de los maestros. Necesitamos que las autoridades se sienten a dialogar y ofrezcan soluciones reales”, insistió.

El líder del SNTE recordó que, en 2007, la reforma al ISSSTE modificó las condiciones laborales y prestaciones de los trabajadores, lo que generó un descontento generalizado. Aunque en su momento se prometió una revisión y compensación para los afectados, esto nunca ocurrió. “Han pasado 18 años y los maestros siguen esperando. Es comprensible que desconfíen de cualquier nueva reforma, porque no han visto resultados concretos”, dijo.

Zendejas Amparán también hizo un llamado a las autoridades para que atiendan de manera urgente las demandas del magisterio. “No podemos seguir ignorando este problema. Los maestros son un pilar fundamental de la sociedad, y merecen un trato justo. Es momento de que el gobierno cumpla con su palabra y resuelva esta deuda histórica”, expresó.

Finalmente, el líder sindical reiteró que, mientras no se brinden soluciones concretas, las movilizaciones de los docentes continuarán. “Los maestros no quieren estar en las calles, pero no les queda de otra. Han agotado todas las vías institucionales y no han obtenido respuestas. Si el gobierno no actúa, las protestas seguirán”, advirtió.

La situación refleja un problema más profundo: la falta de atención a las demandas de los trabajadores de la educación, quienes exigen respuestas firmes y un trato justo después de años de espera. La confusión generada por la reforma actual no es más que el reflejo de un malestar acumulado por casi dos décadas, y que hoy mantiene al magisterio en pie de lucha.