Chihuahua, Chih.- Como Hugo fue identificado el hombre que fue asesinado junto con otras dos personas, quien vivía en la calle Victoria del Pueblo #104, en la colonia Tierra y Libertad; esa pequeña casa de color naranja, puertas y ventanales blancos, que desde hacía tiempo era usada como “picadero” por su propietario.

El reporte policiaco fue atendido ayer alrededor de las 10:00 de la mañana, pero vecinos del sector indicaron que los homicidios habrían ocurrido aproximadamente a la una y media de la madrugada.

“No todos los vecinos escucharon los balazos, sólo yo y otra persona más… la verdad es que no salimos porque nos dio miedo y no estábamos seguras de dónde venían las agresiones”, explicó una de las habitantes de esa zona.

A la mañana siguiente, los mismos colonos fueron los primeros en observar a una de las víctimas: una mujer de unos 35 años que estaba tirada sobre la cerámica azul verde de la cochera de la vivienda.

“Inmediatamente llamamos a las autoridades; pasó cerca de una hora y no nos hacían caso, le hablé a mi hijo que vive cerca de aquí y le pedí que también hablara a la Policía para que vinieran pronto por la muchacha”, dijo otra de las entrevistadas.

Tras dos horas de espera, finalmente llegaron los agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) , y posteriormente arribaron elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Los primeros indicios señalaron que la fémina había muerto por una lesión producida por proyectil de arma de fuego en la cabeza.

Al revisar la casa en donde ocurrieron los hechos, los oficiales se percataron que no sólo había una víctima de homicidio, ya que en el patio trasero estaban otros dos masculinos sin vida, al parecer de la misma edad, maniatados y con bolsas de plástico en la cabeza.

Ahí mismo fueron hallados al menos dos casquillos percutidos calibre .40, informaron las autoridades.

Una vez que terminaron todos los trabajos policiales y de criminalística, la vivienda fue cerrada con un candado y la zona ya no estaba acordonada, a donde acudieron reporteros de esta casa editora.

La escena era desoladora, en la cochera había un charco de sangre y unos guantes utilizados por el equipo de Periciales y Ciencias Forenses; una cobija naranja con café, una playera azul con letras blancas y unas tarimas. En la ventana había una cartulina blanca en la que aparecía

En el sitio donde mataron a tres ahora quedan restos de guantes, cinta y un charco de sangre

un mensaje entrecortado con la palabra “sorry”, una carita triste y otros párrafos ilegibles. La cinta amarilla quedó junto a un asiento para bebés, un par de rejas y bolsas con escombros.

Una vecina, quien por cuestiones de seguridad prefirió omitir su nombre, dijo que Hugo era una persona joven, que desde tiempo atrás vivía solo y que tenía muchos años enganchado con las drogas.

“Nadie venía a verlo, nadie lo visitaba, a veces que lo veía afuera le compartía de la comida que preparaba. Yo lo conocí desde que estaba en el vientre de su mamá, aquí vivían todos juntos, pero luego la mamá se fue a Estados Unidos; él se casó y tenía una hija, pero por lo mismo de su adicción, la esposa se fue y ya nunca más se le vio”, refirió la mujer.

Asimismo informó que a Hugo no lo veían desde hace aproximadamente dos semanas, que ya no sabían nada de él ni que anduviera tan mal.

En un inicio el asunto fue atendido por la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas de la Violencia por Razones de Género y la Familia (FEM), pero debido al contexto de cómo ocurrieron los hechos, pero éste será declinado a la Fiscalía de Distrito Zona Centro.

Hasta el cierre de esta edición aún no tenían la causa de muerte ni las identificaciones oficiales de estas tres personas.