Una promesa que le hizo a Dios, de ayudar a las personas con necesidad, llevó a Olivia Sáenz Rodríguez a convertir una construcción -que estaba en pésimas condiciones en la colonia Punta Oriente- en un comedor para niños de escasos recursos.
El lugar fue llamado 'Pancita Llena', y desde hace ocho años Olivia, junto con varias voluntarias que han ido uniéndose a través del tiempo, sirve comida los lunes, miércoles y viernes a los pequeños que lo solicitan
“Mira, iniciamos hace ocho años, recuerdo que era abril, en lo que era una tapia sin ventanas, totalmente sucia; limpiamos y con el paso del tiempo hemos ido arreglando bardas hasta dejarlo como está actualmente”.
Sáenz Rodríguez compartió que su labor inició hace 11 años, cuando nació su tercer hijo y ella quedó en coma; relató que en un principio compartía burritos en un hospital, pero siempre sintió que el destino le tenía preparado algo más grande.
“Esto fue dándose, lo que pasa es que yo no crea que dije 'voy a ayudar a los niños' ni nada, yo llevaba burritos al Hospital General por una manda que ofrecí por mi hijo, porque nació pesando 900 gramos, y un sábado que yo los llevaba quedaron muchos, y mi pequeñito que tenía como unos tres años, por el barandal, saludaba a los niños y les daba los refrigerios. Recuerdo que salió corriendo y yo veía que volvía por más, así que pensé que los estaría dando a la perrita que teníamos en aquel entonces, una pitbull, 'Petunia', yo dije 'ella está comiéndose todo, pero no, eran los niños que venían por alimento, entonces dije 'pues aquí es'.
Compartió que después su marido le dio la idea de tener un lugar donde atender para no gastar en gasolina y traslados, "y así fue como empezó todo esto”.
A partir de entonces, a la calle Punta del Mulato 9729 llegan menores de diferentes partes de la ciudad, principalmente del suroriente y hasta de Aquiles Serdán, agregó.
“Yo no tengo apoyo del Municipio ni de Gobierno ni de la autoridad federal, nada… Vienen chiquitines de entre cuatro y 12 años, no acepto adultos; las señoras que me ayudan son voluntarias, a los pequeños procuro darles alimentos muy balanceados, pero no les pido nada, ni la CURP”.
Compartió que a pesar de que no ha sido fácil mantener el comedor Pancita Llena, ya que siempre surgen nuevas necesidades y los usuarios crecen, es mucha la satisfacción que le ha dejado este servicio.
“La gente ha visto que mi trabajo es honesto, la regidora Olivia Franco me dio un premio por la transparencia en mi trabajo. Por ejemplo, si me traen papas, papas les doy, todo lo que hago lo hago de corazón, y también me gané el premio 'Rewodélame el Cantón', de la Ferretería Rewo, porque la gente me propuso por mi aportación, por todo lo que hago, y me remodelaron el lugar".
Dijo que estaban en un cuartito "con una estufa espantosa" y que les pusieron una nueva, "todo muy bonito, entonces creo que todo mi esfuerzo ha valido la pena, o sea lo he demostrado con mi constancia, con mi amor al prójimo, que esto es algo real”, expresó Olivia Sáenz Rodríguez.
Invitó a la población chihuahuense a sumarse a su causa, señalando que acepta donaciones en especie, sobre todo, pero que también pueden hacerlo por medio de depósito bancario, explicando que con 50 pesos por semana un niño come los lunes, miércoles y viernes.
Dijo que el horario es de las 12:45 a las 2:00 de la tarde, aunque cierra antes si la comida se termina.
“Haré esto hasta que Dios me pida cuentas porque le ofrecí, no soy ni católica ni cristiana, no tengo religión pero yo le pedí, porque cuando tuve a Joaquín estuve en coma ocho días y le supliqué que me dejara vivir, es muy feo no poder moverse”.
Con motivo del Día de las Infancias, en el sitio hicieron un convivio para los chiquitines, e invitaron a la gente que quiera sumarse a la noble causa a hacer aportaciones.