Chihuahua.- El Gobierno federal ha encendido los focos de alerta ante un posible movimiento magisterial en Chihuahua, donde estiman la participación de hasta ocho mil docentes que podrían sumarse a protestas y paros laborales en las próximas semanas.

La advertencia surgió durante una reunión de alto nivel entre la mandataria Maru Campos y representantes de la Secretaría de Gobernación, donde además del tema hídrico, analizaron el descontento en el sector educativo.

El secretario de Educación en la entidad, Hugo Gutiérrez Dávila, reveló que el conflicto magisterial está centrado principalmente en dos ejes: las recientes modificaciones al sistema de pensiones del ISSSTE y la persistente demanda de revertir la reforma educativa del 2007. Según explicó el funcionario, es un malestar acumulado por años que ahora encuentra cauces organizativos.

El detonante fue la decisión presidencial de retirar una iniciativa para reformar la Ley del ISSSTE, que pretendía modificar el cálculo de aportaciones para docentes con ingresos superiores a 10 Unidades de Medida y Actualización (UMAS); sin embargo, lo que comenzó como rechazo derivó en un movimiento que exige la abrogación completa de la medida pensionaria de hace 16 años.

Los maestros, especialmente los de generaciones que ingresaron al servicio después de 2007, están atrapados en el sistema de cuentas individuales que les ofrece pensiones mucho menores que la anterior estructura.

El movimiento, impulsado principalmente por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con apoyo de sectores disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ya muestra una organización activa en tres regiones clave, Ciudad Juárez, donde está concentrado el mayor número de docentes; la zona sur del estado con epicentro en Hidalgo del Parral y la región serrana con presencia en Madera.

Fuentes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal reconocieron que, aunque las estimaciones iniciales hablan de ocho mil posibles participantes, el número final podría ser menor. En Chihuahua hay alrededor de 45 mil maestros en total, por lo que sería aproximadamente el 18% del magisterio estatal.

Durante la reunión interinstitucional, a la que asistieron el secretario de Educación Pública, Mario Delgado, y el director general del ISSSTE, Martí Batres, presentaron varias medidas paliativas. Entre ellas destaca un paquete de rescate financiero para créditos hipotecarios del FOVISSSTE que beneficiaría a profesores con adeudos impagables, el proyecto de construcción de un nuevo hospital del ISSSTE especializado en Chihuahua, y una consulta nacional para reformar los procesos de promoción y evaluación docente.

Gutiérrez Dávila enfatizó que, pese a las tensiones, mantiene un canal de diálogo abierto tanto con la Sección 8 como con la 42 del SNTE. Reconoció que si bien han logrado avances importantes en nivelación salarial y basificaciones, el tema pensionario sigue siendo una bomba de tiempo que viene desde hace años.

Las manifestaciones del 1 de mayo marcaron un primer termómetro del descontento, donde contingentes magisteriales marcharon de manera pacífica pero con consignas contundentes. Ahora, la mirada está puesta en el 15 de mayo, Día del Maestro, fecha utilizada para protestas.

El riesgo de paros escalonados es real, admitió una fuente del Estado, por lo que están trabajando en planes de contingencia para garantizar que, en caso de movilizaciones, el derecho a la educación no esté afectado.

Chihuahua tiene memoria histórica de conflictos magisteriales. En 2008, un movimiento liderado por la disidencia "RESISSSTE" mantuvo en jaque al sistema educativo durante meses. La actual administración busca evitar que ocurra ese escenario, aunque reconocen diferencias clave.

Antes había un movimiento alineado con la CNTE nacional, mientras que hoy existen varios frentes, los que quieren revertir la reforma del 2007, los que exigen mejoras salariales inmediatas y los que protestan por condiciones laborales específicas.

El secretario insistió en que la solución requiere coordinación federal-estatal, pues aunque las pensiones son competencia de la Federación, las consecuencias de un conflicto afectan en las escuelas. Mientras tanto, en las instituciones normales rurales y urbanas del estado crece la efervescencia. Asambleas regionales programadas para los próximos 15 días definirán si el movimiento son sólo protestas simbólicas o escala hacia paros que podrían afectar el cierre del ciclo escolar.

La gobernadora Campos ha instruido a su gabinete mantener máxima atención pero sin alarmismos, consciente de que en educación, como en el tema del agua que también discute con la Federación, juega parte importante del capital político de su administración.

En este escenario complejo, docentes, autoridades y padres de familia esperan que el diálogo prevalezca sobre la confrontación, aunque reconocen que las demandas planteadas requieren soluciones estructurales que van más allá de lo que puede ofrecer un sólo Gobierno estatal. La capacidad de negociación y contención del conflicto será puesta a prueba en las próximas semanas, cuando definan si Chihuahua enfrenta un movimiento magisterial limitado o una crisis educativa de mayores dimensiones.