Ciudad de México.- Francisco Javier Antonio Martínez pasó de taquero a coleccionista de autos clásicos y motocicletas de lujo.
Vinculado a empresas que introducen huachicol ilegal a México, Martínez se integró al Sistema de Administración Tributaria (SAT) en 2013 y tuvo un ascenso meteórico en su trayectoria.
Tras desempeñarse como jefe de departamento de la Administración General de Evaluación, y posteriormente sub-administrador de la misma área, en abril de 2015 asumió como administrador de Proyectos Aduaneros de la Administración General de Aduanas, y en julio de 2017 fue designado como administrador de la Aduana de Matamoros, donde estuvo hasta febrero de 2018. Luego de reintegrarse al SAT en noviembre de 2019 como jefe de departamento de Recintos Fiscalizados de la Aduana de México (Pantaco), en su declaración correspondiente al 2020 -presentada a mediados de ese año- reportó por primera vez ingresos mensuales por un par de negocios y dos vehículos de su propiedad, ya que en las de años anteriores no daba información sobre su patrimonio.En ese documento, Antonio Martínez declaró haber tenido en 2019 ingresos por 360 mil pesos por una taquería y de 480 mil pesos por un taller mecánico.
Tacquiao es el nombre de la taquería que él mismo registró ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en octubre de 2019, de acuerdo con el registro de marca consultado, y que tiene una sucursal en un pequeño local con mesas de plástico en Chimalhuacán, Estado de México, y un puesto de tacos de lámina sobre una acera en la Colonia Centro, delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México. Al año siguiente, sus negocios aparentemente prosperaron, pues en su declaración de 2021 reportó haber tenido en 2020 ingresos por 1.8 millones de pesos por la taquería y el taller mecánico, ubicado en Atizapán, Estado de México. Francisco Javier Antonio Martínez concluyó en marzo de 2022 su cargo como jefe de departamento de Recintos Fiscalizados, de la ahora Agencia Nacional de Aduanas de México, y dos años después, en marzo de 2024, asumió como titular de administración y finanzas de la ASIPONA Tampico, que depende de la Secretaría de la Marina. En la declaración que presentó, tras asumir dicho cargo, reportó ingresos mensuales por 500 mil pesos por los dos negocios de su propiedad, la taquería (con dos sedes) y el taller mecánico, una cifra muy superior a los 840 mil pesos anuales que declaró por ambos establecimientos en 2020. El local de la taquería en Chimalhuacán cuenta con siete mesas con sillas de plástico y se ubica en una esquina de una zona popular de este municipio del Estado de México, uno de los más inseguros del país. Al acudir al lugar, MCCI corroboró que el establecimiento opera de manera intermitente, de acuerdo con vecinos. Mientras que el puesto de lámina blanca que operaba en la banqueta sobre la calle Morelos, en el Centro de la Ciudad de México, cerró desde hace un mes y ya ni siquiera cuenta con el nombre del negocio. El funcionario también reportó ser propietario de 18 vehículos, entre ellos al menos una decena de automóviles clásicos de colección, además de dos camionetas de lujo y dos motocicletas Harley-Davidson. Los diez vehículos clásicos que posee, con modelos que van de un elegante Chevrolet Fleetline, de 1946, a un Camaro de 1979, fueron adquiridos de contado entre 2022 y 2023, por precios que van hasta los 900 mil pesos. Y, a diferencia de otros automóviles que declara, en estos casos no reporta a quién se los compró. Actualmente, al frente de la Gerencia de Administración y Finanzas de la ASIPONA Tampico recibe un sueldo mensual neto de 51 mil 361.20 pesos, de acuerdo con información de Nómina Transparente al 31 de marzo.Complicidades
Según fuentes consultadas por MCCI, el funcionario es investigado como parte de una red que opera el tráfico de combustible ilegal en el puerto de Tampico, donde también participan ex funcionarios federales, personal de la ASIPONA y quienes manejan los muelles de terminales públicas a los que llegan los buques con huachicol. Todo esto ocurre, aseguran, bajo el amparo de los mandos de la Secretaría de Marina que administran los puertos.
El pasado 17 de enero de 2025, el Almirante Rubén Alfonso Vargas Suárez asumió como director general de la ASIPONA de Tampico, en sustitución del Vicealmirante Salvador Camargo Vivero, quien ocupó el cargo desde marzo de 2024. Para permitir que se introduzcan al País buques cargados de diésel sin el pago de impuestos correspondientes, explicaron, se burlan las medidas de vigilancia, revisión y de seguridad en torno la operación de estas embarcaciones que llegan al puerto tamaulipeco. En la parte final de estas operaciones ilegales, una vez que arriban los buques con el combustible traficado, procedente de Estados Unidos como en este caso, proceden a cargar clandestinamente el combustible que transportan -y que hicieron pasar por aceites u otros aditivos-, a pipas para su traslado y distribución en México.