Cd. de México.- Leopoldina Cruz, del pueblo afromexicano, citó a López Obrador como Presidente de México y, en segundo lugar a Claudia Sheinbaum como Presidenta.

Joaquín Cota, yaqui, le preguntó a Yasmín Esquivel: "¿Cómo te llamas?". "Para mí es importante que le eches ganas", le pidió Carlos Fernández, Wixárika, a Lenia Batres.

Los nuevos ministros se dieron un baño de pueblo en una esquina del Zócalo. De pueblo, humo y copal. De hierbas y flores y fe.

Aunque en la ceremonia de "Purificación y Entrega de Bastón de Mando", los pueblos indígenas fueron presentados como "la verdad más profunda de México", Crisóforo Valenzuela, del pueblo yaqui, refirió el origen de los bastones de mando, a la Conquista española.

"Viene de un pasaje bíblico, de la vara de Moisés, que es la vara con que utilizó para salvar a los israelitas de la esclavitud del Egipto", dijo Valenzuela.

Después, se refirió a algo 'sorprendente'.

"Tuvimos un hecho insólito o natural. La presencia de un colibrí, que representa esperanza, representa justicia", añadió, ante cientos de asistentes, militantes de Morena, dispuestos a creerlo todo.

'¡Sí se fueron!', la alegría de simpatizantes

"¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo!", gritaron al ver concretada la reforma judicial de apenas hace un año, con la que López Obrador echó afuera a los ministros que invalidaron sus reformas.

"¡Sí se fueron! ¡Sí se fueron!", cuando apareció Lenia Batres.

"¡Es un honor estar con Hugo hoy!", cuando subió al templete Aguilar Ortiz, el próximo presidente de la Corte.

El 1 de septiembre ya no era el Día del Presidente, como antes. Ni el de la Presidenta. Parecía el día de Hugo, de la Suprema Corte, aunque aún pocos los conozcan. O la tarde del Grito. Había mojigangas color de Morena, globos gigantes o marmotas, retratos de López Obrador, huapango y orquesta. Las siglas de Morena. La certeza de que por fin se concretaba la captura de la Suprema Corte por Morena.

"A las nueve sale la Presidenta", dijo un policía por Pino Suárez. López Obrador y Sheinbaum, flanqueados en sus imágenes de cartón por las figuras de Benito Juárez y Aguilar Ortiz, estaban de pie del otro lado de la plancha.

De rodillas, al norte, al sur, al oeste... aplausos e incienso

Los ocho ministros, menos Arístides Guerrero, en cama por un accidente, fueron recibidos entre incienso y aplausos. Levantaron las manos que al sur, que al norte, que al oeste, al este, casa de la niña luna, del sol, del "descanso de los odios". Se arrodillaron ante la arenga de una curandera indígena.

"Para poder salir adelante y ustedes gobiernen con toda la confianza y toda el apoyo de nuestro México querido y a nivel nacional e internacional", dijo la mazateca Teresa de Jesús Ríos.

"Depositamos la confianza en ustedes, para que las cosas marchen bien. Aprovecho para dar las gracias a nuestro presidente Emmanuel López Obrador y a nuestra presidenta Claudia Sheinbaum", agregó Leopoldina Cruz, encargada de entregarle el bastón a Aristides.

La entrega de los bastones de mando indígena fue el preámbulo al la instalación de la nueva Corte, por la noche. Nueve ministros, elegidos por voto directo, la mayoría de ellos cercanos a Morena o a López Obrador, promovidos mediante acordeones repartidos por el partido.

"Que Dios y el universo los iluminen para que puedan hacer justicia para nuestro pueblo, no importando condiciones de ningún tipo, no importando diferencias, no importando, que a lo mejor algunos somos prietitos y otros güeritos, pero que la justicia llegue a todos a todos por igual", dijo la mixteca Martha Bautista al próximo presidente en su turno.

Promete Aguilar 'sanear' al PJ

Con sombrero de plumas, con guayabera, Aguilar Ortiz repitió la tesis presidencial sobre la importancia de la reforma y sobre los cambios que suceden. Sin la reforma, dijo, él un indígena mixteco, mestizo a final de cuentas, no habría llegado nunca a ser Presidente de la Corte. Si bien, Sheinbaum pudo haberlo propuesto al Senado donde tienen la mayoría calificada requerida.

"Tenemos un mandato claro: sanear el poder judicial de la federación y de las entidades federativas, sanear la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se van a acabar la corrupción, el nepotismo, la deshonestidad", prometió, y sus paisanos de Oaxaca le gritaron otra vez que sí se pudo.

"Amigo Hugo: el Pueblo está contigo", cerraron a la usanza de la 4T, pero sin rima, sin ritmo.