-Los peligros en la ruta a Guachochi 

-La cobardía y misoginia al estilo fosfo 

-Sí habrá dinero federal para médicos

En el archivo de los reportes confidenciales de la Policía Municipal obra uno que da cuenta precisa de una escenita de amor tóxico entre una funcionaria de la Fiscalía General del Estado y un diputado local que también maneja sus negocios privados.

Los municipales con acceso a esos expedientes mandan el dato, algo tarde ciertamente, nomás para complementar lo que publicamos hace unos días en GPS, sobre otro misterioso reporte atendido por corporaciones, que también quedó en lo confidencial. Fue sobre el escolta de un funcionario juarense que realizó disparos allá por el Cerro Grande.

En este otro caso, aseguran, la movilización de fuerzas de seguridad fue por el periférico De la Juventud en las oficinas del negocio, gran negocio, del legislador, que al parecer es de extracción panista aunque no de muchos años.

Hasta allá le cayó la funcionaria en mención con un reclamo amoroso que, paradójicamente, les echó a perder el festejo del 14 de febrero pasado. Las fuerzas especiales -las políticas, no las policiacas- entraron con todo desde el Congreso y la FGE, para que el asunto no hiciera más ruido del que había causado entre empleados que presenciaron el hecho y los pocos enterados.

Obviamente no tuvo trascendencia pública, pues debieron pasar casi dos meses para conocerlo. Quién sabe si hubo consecuencias privadas.

Lo llamativo es que quizás por este tipo de detalles las corporaciones policiacas en todos sus niveles, contrario a lo que ocurría años antes, ahora sólo quieren mandar información digerida en boletines mal hechos, escuetos y sin precisión alguna.

Antes, los reportes de novedades, con muy contadas excepciones, estaban más abiertos a la consulta y al escrutinio público, para conocer la realidad de lo que ocurría en las calles, ciudades, pueblos y hasta las rancherías más alejadas.

Ahora con esa modalidad de los confidenciales hasta pareciera que hay más intentos por evitar que la información salga a la luz, que un verdadero combate a la criminalidad.

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Parece que la desatención evidente en los tramos carreteros federales, por los que hay quejas de manera constante, ha pegado como infección a algunas carreteras estatales, como la que conduce de Nonoava a Norogachi, en el municipio de Guachochi.

Tenemos algunas fotos en versión digital de GPS que muestran las condiciones deplorables en algunas secciones del tramo de casi 70 kilómetros. Las vistas espectaculares que tiene esa ruta contrastan con el mal estado de la carpeta asfáltica.

De por sí, reclaman los usuarios, los peligros de dicha ruta son muchos (por algo nadie la transita de noche o de madrugada) como para agregarle la inseguridad que provocada por los hoyancos que crecen como hongos en los bosques en época de lluvias.

La carretera es muy apreciada por quienes tienen viajes constantes a la capital turística de la Sierra Tarahumara, dado que ahorra algunas horas y kilómetros a los que no tienen necesidad de pasar por San Juanito, Creel y Bocoyna, a través de la clásica Gran Visión que también ofrece un espectáculo visual impresionante.

Sin embargo, las condiciones de inseguridad que privan en amplios corredores del estado la hacen intransitable a determinadas horas, mientras que los baches siguen ahí todo el tiempo, restándole las ventajas a esta ruta y también quitándole competitividad a la región.

Es tarea pendiente del secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado, Jorge Chánez, para evitar que se muerdan la lengua quienes reclaman el pésimo estado de las carreteras federales.

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La naranja Ana Lucía Baduy, a la que hace tres años le jugaron el dedo en la boca con una candidatura que nunca llegó y ahora le han repetido la dosis, armó revuelo dentro de Movimiento Ciudadano por la acusación directa a sus dirigentes locales y nacionales.

Llamó cobardes y misóginos a Francisco Sánchez Villegas, diputado y dirigente estatal; al líder nacional, Dante Delgado Rannauro y al dueño real de las siglas en la entidad, Alfredo “El Caballo” Lozoya, exalcalde de Parral y excandidato a gobernador del partido fosfo.

Los señalamientos públicos por todos conocidos desde el fin de semana, fueron la respuesta a lo que, dicen los naranjas, fue el intento de sacarla del partido. Querían que se fuera a acompañar a su marido, el expanista y exemecista, Miguel Riggs Baeza, que terminó en Morena.

Tal era la intención de los aludidos, que Baduy dejara las filas de MC, decepcionada por el acuerdo incumplido de hacerla candidata plurinominal y por tierra al mismo tiempo, dándole mayores posibilidades de llegar al Congreso del Estado en la siguiente legislatura.

Sin embargo, los cálculos de los geoestrategas Villegas y Lozoya, avalados por Dante, fueron incorrectos, pues la mujer, que es de armas tomar, decidió quedarse no sólo a señalarlos públicamente como títeres y parásitos del PRIAN en Chihuahua, sino también para proceder por la vía jurídica.

Dicen los naranjas que no se debe perder de vista la estrategia legal que emprenda Baduy. De entrada logró dejar calladitos a los infalibles líderes de MC que en realidad poco han hecho para posicionar la marca, sus candidaturas y el proyecto presidencial de Jorge Álvarez Máynez, que no sale del sótano de las encuestas.

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Menudo problema acaba de resolver la federación con el anuncio de que liberará recursos para pagar a más de 100 personas del sector salud cuyo contrato acaba de vencer.

El brete lo tenía el secretario de Salud, Gilberto Baeza, porque debía buscar con urgencia los 56 millones necesarios para poner a trabajar al personal de salud, cuyo contrato no pudo ser renovado por castigo federal por no adherirse al IMSS-Bienestar. Eso se dijo desde ayer.

Dicho personal médico, de enfermería y auxiliar, está asignado de manera particular en hospitales rurales, por lo que en muchos de esos lugares de la noche a la mañana quedó la población sin servicio, como si las enfermedades pudieran esperar.

Pensemos en el problemón en Chihuahua, o Coyame, donde hay más oferta de servicios para población abierta, pero que tal en Basúchil en Guerrero o Arisiachi en Namiquipa, y muchas poblaciones más.

El diagnóstico que justifica la inversión debe estar en las áreas operativas, en caso de que la federación no libere los dineros de inmediato, por lo que deberá Hacienda Estatal hacer un huequito para sacar al menos los primeros recursos para que el personal regrese a sus áreas laborales, ya con la seguridad de que esos dineros llegarán de la federación.

El 2023, que fue el último año en que se firmó este convenio, la formalización del mismo llegó casi al final del año, en el mes de agosto, y los recursos suponemos fueron radicados tiempo después, por lo que las áreas administrativas no deben sentirse sorprendidas, si una vez 

más ocurre eso.

Tendrá que realizar un análisis la Secretaría de Salud federal para ver dónde estuvo la pifia, que dejó sin laborar momentáneamente al personal, porque ya quedó claro que no hubo la intención de maltrato.