¿Sabías que la obesidad es un problema de salud pública mundial? Para el año 2022 más de 1000 millones de personas tenían obesidad[1]; en México el 36.9 por ciento de personas adultas vive en condiciones de obesidad, y en 2030 podría llegar a 45 por ciento[2], es decir, aproximadamente de cada 10 adultos en nuestro país 4 tienen problemas de obesidad. De algún modo, los adultos y niños somos rehenes de nuestros hábitos alimenticios, esto puede llevarnos a un problema salud.

La obesidad es una enfermedad crónica, es decir, de larga duración, de progresión lenta, ocasionada en gran número de ocasiones por el consumo en exceso de productos ultraprocesados, alto consumo de azúcares, grasas, sal, harinas, entre otros, y disminución de alimentos frescos como cereales integrales, leguminosas, verduras y frutas, así como la falta de ejercicio.

El sobrepeso, la obesidad o exceso de grasa, entraña graves consecuencias para la salud, como enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), diabetes de tipo 2, presión extra en las articulaciones y el cartílago con su consecuente desgaste y algunos tipos de cáncer como el de colon. Estas afecciones causan muertes prematuras y discapacidades importantes.

Los problemas de salud, como la obesidad, no se resuelven solo con la asignación de recursos económicos, atención médica o la expedición de leyes que regulan o inhiben la venta y consumo de productos chatarra, entre otros; este problema en gran número de casos está determinado por cuestiones de comportamiento o malos hábitos; solo piensa, cuando estamos en casa en algún momento sentimos la necesidad o ansiedad de estar comiendo por comer ¿qué? Lo que sea, la cuestión es satisfacer aquella necesidad aparente o ansiedad.

Toda persona para el logro de sus fines tiene el deber moral de conservar por medios ordinarios la salud, en el caso de la obesidad, una forma de conservar aquella, es mediante la prevención y control de esta enfermedad a través de un programa de vida sobre la alimentación, la activad física, la disminución de productos ricos en grasas y azúcares, el control de estrés, entre otros.

Sobre el tema, en el libro “Las 7 Biorutas para la Salud, el Bienestar y la Longevidad”, edición del año 2005, en ese momento el autor de 88 años José Represas Pérez, nos proporciona una serie de consejos, por ejemplo, precisa que una persona con sobrepeso hubiera evitado numerosos problemas si desde un principio se hubiera detenido a pensar que era lo que comía y cómo combinaba esos alimentos.

También, aconseja nuestro autor, que una buena alimentación implica reducir al mínimo la grasa, por ejemplo, consumir carne una vez a la semana, o bien sustituirla por pollo o pavo y por fibra, lo recomendable es hacerlo desde una edad temprana.

En cuanto a la fibra, es recomendable su consumo, nos dice don José Represas, pues esta reduce el riesgo de enfermedades del corazón y cáncer, disminuye la absorción de colesterol y de sustancias que causan el cáncer; ¿dónde encontrarla? la mayoría lo sabemos: en las plantas, en las frutas como la manzana, la naranja, la pera, la guayaba, la pera y en el nopal, entre otros.

En el libro referido el autor recomienda un régimen alimenticio en el que se elimine la mala costumbre de usar el salero antes de probar la comida; todos sabemos que la sal es muy necesaria para nuestro organismo, pero cuando esta es consumida en exceso y de manera permanente, produce hipertensión y problemas cardiovasculares. Por ello, no olvides: “si se vierte el salero, señal de malagüero”.

Y muchos otros consejos contiene el libro. Tú decides que prefieres: ¿cerrar la boca a tiempo? ¿O la enfermedad o la salud? ¿aguardar a que llegue el mal? ¿o decididamente actuar desde ahora para que no llegue?

[1] Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news/item/01-03-2024-one-in-eight-people-are-now-living-with-obesity.

[2] Secretaría de Salud. https://www.gob.mx/salud/prensa/095-obesidad-principal-problema-de-salud-en-mexico.