“Sabíamos que si lográbamos concluir un transporte público moderno, accesible y bien planificado, mejoraríamos la vida de miles de personas que usan este servicio diariamente, e inclinaríamos la balanza de Juárez hacía una mayor igualdad social”
Entre las muchas deudas sociales que los gobiernos tienen con Ciudad Juárez, atender la del transporte público es una de las más urgentes. Por años, esta frontera había llevado el peso de tener un sistema de transporte deficiente, que no respondía a las necesidades de sus habitantes. Lamentablemente, esta carencia se agravó por la mala planeación de los gobiernos anteriores, así como por el posterior abandono del proyecto vial.
Para una servidora, atender el transporte público significaba, no solo un compromiso político, sino también una responsabilidad ética con miles de juarenses. Desde antes de encabezar el Gobierno del Estado, conocía los grandes embotellamientos de la ciudad causados por las obras inconclusas, los carriles y equipos de recaudo dañados, las estaciones vandalizadas, sin electricidad, sin luminarias, ni cámaras de seguridad; en resumen, conocía el profundo abandono en la que se encontraba la ciudad. Sabíamos que si lográbamos concluir un transporte público moderno, accesible y bien planificado, mejoraríamos la vida de miles de personas que usan este servicio diariamente, e inclinaríamos la balanza de Juárez hacía una mayor igualdad social. Esto se ve demostrado en las ciudades modernas, en las que un transporte público bien diseñado y ejecutado les permite a las personas acceder a diferentes servicios y ampliar sus oportunidades. No es solo una cuestión de movilidad, sino también una cuestión de dignidad para las personas. Mejorar el transporte significa acercar a las personas a sus trabajos, reducir sus traslados hacia sus hogares, que pasen más tiempo con sus familias y menos tiempo en la calle, y claro, que todos viajen de manera más segura. Una vez a la cabeza del Gobierno del Estado de Chihuahua, nos concentramos en cambiar de fondo las vidas y atender las necesidades más sentidas, y comenzamos la titánica misión de encauzar el BRT o JuárezBus. Había mucho por hacer, puesto que nos enfrentábamos a un sistema de transporte inoperante, realizado con distintos vicios administrativos que hacían más compleja la solución. Y hacia el interior de la misma administración, heredábamos un Gobierno del Estado sin dinero. Sin embargo, poco a poco, y con la voluntad política de resolver los problemas de las personas, superamos todas las dificultades. Realizamos el intenso trabajo administrativo que implicó recibir obras a medias; replanteamos los proyectos, concluimos las estaciones inconclusas, y ordenamos las concesiones y operadoras del transporte público.Hoy podemos decir que hemos cumplido con nuestra palabra: el BRT ha sido rehabilitado, funciona, hoy tiene tres líneas operativas y será el encargado de dar servicio a miles de personas.
Es verdad que sostener un buen servicio de transporte público es un gran reto para cualquier Gobierno, más cuando se tienen tantos años de abandono y rezago, pero hemos dado grandes pasos para ofrecer a los juarenses el servicio que se merecen. Para brindar un mejor servicio, nos dimos a la misión de renovar el parque vehicular, con 104 unidades de última generación (modelo 2025) y una inversión estatal de prácticamente 690 millones de pesos. Estos nuevos camiones se encuentran en circulación y ya brindan ese servicio de excelencia que nuestra ciudad merece. Hoy podemos mirar a los ojos a los juarenses y decirles que hemos cumplido con nuestra palabra, que Juárez ya cuenta con un buen sistema de transporte, y que cuentan con este Gobierno del Estado. Los resultados están a la vista de todos y forman parte de la vida de miles de ciudadanos. Pero nuestros planes para el sistema de transporte juarense continúan. El siguiente objetivo será la integración de rutas alimentadoras para la ruta 2 y 3 del BRT, de manera que logremos aumentar el alcance del servicio. Termino estas líneas dirigiéndome a todas las personas que viven en Ciudad Juárez, y les digo que seguiremos trabajando al límite de nuestras fuerzas y capacidades por esta gran ciudad y por su gente trabajadora. Ya sea con un mejor sistema de transporte, llevando agua a las colonias de la periferia, o a través de obra pública bien ejecutada, mantendremos la visión en lo verdaderamente importante: dignificar las vidas de los juarenses. El compromiso con Juárez permanece, y estamos cumpliendo.