-En un volado, el gabinete de Claudia

-Poli celoso del deber sobre peatón

-El ISO en relaciones laborales de Olivas

No es casualidad el “toque de queda” ordenado por un grupo criminal en Guachochi a unos días del arranque del Ultramaratón de los Cañones, que habrá de realizarse este fin de semana.

La aparición de amenazas en narcomantas y de varios convoys de vehículos repletos de hombres armados enmarcaron de forma violenta la justa deportiva más importante de cada año en la región, la cual representa también grandes negocios para el comercio local, en especial para hoteles y expendios de cerveza.

Esa es la clave que explica, nos aseguran, la irrupción de una facción más de la Gente Nueva, más genéricamente Cártel de Sinaloa, al mando de un sujeto identificado como “El Cheyene”, presunto nuevo jefe de la plaza que encabeza una pugna interna con otra célula empoderada en la región serrana.

Entre la gente que mandó a Guachochi el fiscal de la Zona Sur, Juan Carlos Portillo, alias “El Tatos” para sus amigos y “El Tratos” para sus enemigos, dicen que la investigación por las amenazas surgidas apunta a ese nuevo líder en la región; así como a la rivalidad creada con otros mandos del mismo cártel y, sobre todo, a los negociazos en puerta con el evento deportivo-turístico, que no todos son legítimos ni fiscalizados.

La revuelta sería, pues, entre “Chapos”: “El Cheyene” por un lado y Guadalupe L., alias “El Palapas”, sucesor de Melquiades Díaz, alias “El Chapo” Calín, emboscado y decapitado hace poco más de un año muy cerca de la cabecera municipal de Guachochi, también por otro grupo rival, pero de la misma Gente Nueva, el de Reyes G.C, cabeza de “Los Reyes”.

El control territorial del cártel en la región serrana es tal que no necesita de rivales externos para pelearse, por eso las pugnas son internas, salvo episodios muy aislados de enfrentamientos con otros grupos.

Por eso impone su imperio del terror incluso cuando los ojos del mundo voltean a la capital turística de la Sierra Tarahumara, mientras las autoridades permanecen reactivas sin lograr poner el orden de fondo que demanda la población.

En esa actitud reactiva, nos reportan, ayer la Fiscalía General del Estado junto con la Guardia Nacional y la Policía Estatal determinaron reforzar el operativo especial para que el Ultramaratón pueda realizarse sin contratiempos y sin más amenazas para los miles de visitantes que empiezan a llegar a la región.

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Hoy, la presidenta electa Claudia Sheinbaum habrá de presentar el tercer paquete de nombramiento de su gabinete con el que comenzará su gestión el próximo primero de octubre.

Por alguna razón, la expectativa entre los morenistas estaba en la posibilidad de que anuncie Sheinbaum Pardo una nueva dependencia o agencia de la administración pública federal; o que alguna de las actuales sea elevada al rango de secretaría de estado, como sucedió con la nueva de Ciencia y Tecnología.

También, lo más previsible, de acuerdo con los seguidores de la 4T, era que continuara con las designaciones en las dependencias de orden social, como Bienestar, Educación Pública y Secretaría del Trabajo, con el fin de dejar al final las que resultan más complejas, como Seguridad, Defensa Nacional y Marina, que llevan una dinámica diferente al resto del gabinete.

La Secretaría de Gobernación, a cargo de la política interna, también estaba en un volado por ser uno de los nombramientos clave del aparato que acompañará en su arranque a la presidenta.

A las 11 de la mañana habrán de disiparse las dudas y acabarán las especulaciones, que se cuentan por montones entre los profesionales del cafeteo.

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Ayer, casi al llegar a la Ojinaga y Tercera, el agente que conducía una patrulla de la policía municipal, con número PA1403, discutió con un ciudadano, reclamándole que se hubiera atravesado cuadras atrás, poniéndose en riesgo de atropellamiento. 

Un asiduo lector de GPS nos mandó la información, contándonos más o menos a detalle el incidente.

“Ahorita un policía en su patrulla venía discutiendo con un ciudadano; no vi el inicio de la discusión pero escuché el pitido de la patrulla en la Calle Quinta; al parecer cruzó imprudentemente, aunque no creo porque ahí todas las esquinas tienen paso peatonal”, nos comenta.

“El señor ya no quiso discutir con el policía…pero se notó el acoso por parte del policía, yendo lento a un lado del ciudadano, obstruyendo el tráfico hasta la Tercera donde ya subió la velocidad y se fue… pero todo el tiempo reclamándole por andar con el celular y que si él lo atropellaba iba a ser culpa de él”.

Hay razón del agente de la municipal en llamar la atención al ciudadano, por su caminar descuidado, sin embargo, no es una falta administrativa, ni siquiera al bando de policía, mucho menos merecería arresto o algo así.

Pareciera que hubo demasiado celo en el agente de la policía, con una llamada de atención breve hubiera sido suficiente. O quizá andaba muy nervioso.

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Sesionó ayer la Junta de Coordinación Política, con el único objetivo de formalizar como encargado de despacho de la Secretaría de Asuntos Legislativos a Gustavo Alfonso Olivas Ramos, en sustitución del renunciado Everardo Rojas Soriano.

Inmediatamente saltaron voces en relación con denuncias de acoso laboral en contra del nuevo responsable momentáneo del área, trayendo a colación un tema en el cual precisamente Everardo estuvo involucrado, un despido de hace tiempo.

Nos dicen que hay una certificación reciente, una especie de ISO en materia de relaciones y ambiente laboral, donde precisamente Olivas salió bien evaluado, con el personal de dictamen legislativo que tenía a su cargo, cerca de 30 personas, que avalaron su comportamiento y manejo.

Se ve entonces que los señalamientos son parte de la grilla que rodea cualquier movimiento dentro de “la casa del pueblo”, como ahora le han dado por llamar a los congresos de los estados, pero no deberían preocuparse mucho quienes sienten que tienen derecho al puesto, porque el nombramiento es provisional.

Llega el abogado sólo hasta que se instale la nueva legislatura y la Junta de Coordinación Política tome decisiones en relación al perfil de quien deba hacerse cargo del puesto de relaciones interinstitucionales.

Olivas trae curriculum de nueve años en áreas técnicas del Poder Legislativo, antes en el Instituto de la Familia, en San Pedro Garza García, Nuevo León; inclusive anduvo por el Congreso allá por 1995 en una unidad técnica, e incursiono en el Senado, en 2006.

El abogado es maestro universitario en la Facultad de Derecho de la UACH, tiene un Máster en Democracia y estudios de Especialidad en Derecho Constitucional.